cristojesuselsalvador

cristojesuselsalvador

martes, 30 de noviembre de 2010

Literatura del judaísmo helenístico

Cap.- 4 Literatura del judaísmo helenístico 


La traducción de la Biblia al griego se hizo necesaria para la vida religiosa de la comunidad en el judaísmo de la diáspora. La Biblia de los LXX, documento fundamental de judaísmo helenístico, es también expresión del encuentro de ambas culturas e, indirectamente, vehículo de proselitismo judío en el mundo pagano. La Carta de Aristeas es el primero de los intentos de conferir un carácter sagrado a la versión. La traducción de los LXX, de diversos traductores y períodos, subraya la fe monoteísta y la trascendencia divina; pero también un concepto de la religión como observancia legal. El judaísmo posterior se distanció de esta traducción porque 1) no encajaba con el estrechamiento de sus criterios bíblicos y 2) por el uso que hacían de ella los cristianos.
            Judíos de lengua y cultura griega trataron de utilizar propagandísticamente las formas literarias griegas para temas de su fe religiosa. En muchos casos sólo nos han llegado fragmentos de estos autores. Es lo ocurrido con varios historiadores (Demetrio, Artapano, Eupolemo), aunque algunas de sus obras pudieron servir de fuente a otras conocidas, como los libros de Jasón de Cirene para 2 Mac. Hubo también épicos, dramaturgos (Ezequiel), novelistas (José y Aseneth) y filósofos: como Aristóbulo y los autores de 4 Mac y Sab.
            Filón de Alejandría, devoto judío y filósofo helenista, encuentra en la verdad revelada la verdad de la filosofía entendida como conversión a la vida del espíritu. Afirma la existencia de un doble contenido en la Escritura. Lo captado por el sentido literal y lo descubierto por la alegoría. El mundo bíblico se comunica en dos niveles: el del mundo material y el del espiritual. En su exégesis y mediante la alegoría se mueve en el ámbito del eclecticismo propio del Platonismo Medio, de orientación religiosa mística y con ética estoica. Escribe muchos tratados centrados en secciones de Gen 1_17. Hace de los personajes bíblicos modelos de virtudes en el proceso de apartamiento de lo sensorial que culmina en la unión con Dios. Ha sido precedente y maestro de un sector destacado de la tradición alegórica cristiana, que, sin embargo, le sobrepasa al tener como clave de interpretación el acontecimiento de Cristo. Esto es particularmente claro en la explicación tipológica que relaciona el A.T. y el N.T. como prefiguración y cumplimiento.
            Flavio Josefo, sacerdote aristócrata; luego fariseo, actor y testigo de la guerra judía, defendió en sus obras históricas la nación judía a la par que promovía la colaboración con Roma. Se pone al servicio de la propaganda de los Flavios en el De Bello Iudaico, en que culpa de la catástrofe a los zelotes. Destaca más su defensa del judaísmo en Antiquitates Iudaicae, descripción de la historia israelita y judía con ampliaciones sobre el A.T. Su Vita es una apología personal y el Contra Apionem un salir al paso del antijudaísmo de intelectuales paganos. Fue silenciado por el judaísmo rabínico, pero muy estimado por la posteridad cristiana. Pese a sus fallos como historiador, por acomodaciones propagandísticas y tendenciosidad, es nuestra fuente principal y, a veces, única para algunos períodos del judaísmo antiguo. Es la primera fuente no cristiana sobre el Bautista, Santiago de Jerusalén y Jesús; si bien esta última y breve reseña (testimonium flavianum) nos ha llegado interpolada.

lunes, 29 de noviembre de 2010

MATEO 3

 Matthew  12
  1 En ese tiempo, Jesús Pasó por los sembrados en Sàbado. Sus Discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
 2 Y al verlo los fariseos, le dijeron: --Mira, tus Discípulos hacen lo que no es Lícito hacer en el Sàbado.
 3 El les dijo: --¿No habéis Leído qué hizo David cuando tuvo hambre él y los que estaban con él;
 4 Cómo Entró en la casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, cosa que no les era Lícito comer ni a él ni a los que estaban con él, sino Sólo a los sacerdotes?
 5 ¿Tampoco habéis Leído en la ley que en los Sàbados los sacerdotes en el templo profanan el Sàbado y quedan sin culpa?
 6 Pero os digo que uno mayor que el templo Està Aquí.
 7 Si hubierais conocido qué significa Misericordia quiero y no sacrificio, no Habríais condenado a los que no tienen culpa.
 8 Porque el Hijo del Hombre es Señor del Sàbado.
 9 Partió de Allí y fue a la sinagoga de ellos.
 10 Y he Aquí Había un hombre que Tenía la mano paralizada; y para acusar a Jesús, le preguntaron diciendo: --¿Es Lícito sanar en Sàbado?
 11 Pero él les dijo: --¿Qué hombre hay entre vosotros que tenga una oveja, que si ésta cae en un pozo en Sàbado, no le Echarà mano y la Sacarà?
 12 Pues, ¡Cuànto Màs vale un hombre que una oveja! De manera que es Lícito hacer bien en Sàbado.
 13 Entonces dijo a aquel hombre: --Extiende tu mano. El la Extendió, y su mano fue restaurada sana como la otra.
 14 Pero saliendo los fariseos, tomaron consejo contra él, Cómo destruirlo.
 15 Como Jesús lo supo, se Apartó de Allí. Le Siguió mucha gente, y a todos los Sanó.
 16 Y les Mandó rigurosamente que no lo dieran a conocer,
 17 para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, que dijo:
 18 He Aquí mi siervo, a quien he escogido; mi amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él, y Anunciarà juicio a las naciones.
 19 No Contenderà, ni Darà voces; ni Oirà nadie su voz en las plazas.
 20 La caña cascada no Quebrarà, y la mecha que humea no Apagarà, hasta que saque a triunfo el juicio.
 21 Y en su nombre las naciones Pondràn su esperanza.
 22 Entonces fue Traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le Sanó, de manera que el mudo hablaba y Veía.
 23 Toda la gente estaba Atónita y Decía: --¿Acaso Serà éste el Hijo de David?
 24 Pero al Oírlo, los fariseos dijeron: --Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebul, el Príncipe de los demonios.
 25 Pero como Jesús Conocía sus pensamientos, les dijo: --Todo reino dividido contra Sí mismo Està arruinado. Y ninguna ciudad o casa dividida contra Sí misma Permanecerà.
 26 Y si Satanàs echa fuera a Satanàs, contra Sí mismo Està dividido. ¿Cómo, pues, Permanecerà en pie su reino?
 27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebul, ¿por quién los echan fuera vuestros hijos? Por tanto, ellos Seràn vuestros jueces.
 28 Pero si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
 29 Porque, ¿Cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes a menos que primero ate al hombre fuerte? Y entonces Saquearà su casa.
 30 El que no Està conmigo, contra Mí Està; y el que conmigo no recoge, desparrama.
 31 Por esto os digo que todo pecado y blasfemia Serà perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no Serà perdonada.
 32 Y a cualquiera que diga palabra contra el Hijo del Hombre le Serà perdonado; pero a cualquiera que hable contra el Espíritu Santo no le Serà perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero.
 33 O haced bueno el àrbol y bueno su fruto, o haced malo el àrbol y malo su fruto; porque el àrbol es conocido por su fruto.
 34 ¡Generación de Víboras! ¿Cómo podréis vosotros, siendo malos, hablar cosas buenas? Porque de la abundancia del Corazón habla la boca.
 35 El hombre bueno del buen tesoro saca cosas buenas, y el hombre malo del mal tesoro saca cosas malas.
 36 Pero yo os digo que en el Día del juicio los hombres Daràn cuenta de toda palabra ociosa que hablen.
 37 Porque por tus palabras Seràs justificado, y por tus palabras Seràs condenado.
 38 Entonces le respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: --Maestro, deseamos ver de ti una señal.
 39 El Respondió y les dijo: --Una Generación malvada y Adúltera demanda señal, pero no le Serà dada ninguna señal, sino la señal del profeta Jonàs.
 40 Porque Así como Jonàs estuvo tres Días y tres noches en el vientre del gran pez, Así Estarà el Hijo del Hombre en el Corazón de la tierra tres Días y tres noches.
 41 Los hombres de Nínive se Levantaràn en el juicio contra esta Generación y la Condenaràn, porque ellos se arrepintieron ante la Proclamación de Jonàs. ¡Y he Aquí uno mayor que Jonàs Està en este lugar!
 42 La reina del Sur se Levantarà en el juicio contra esta Generación y la Condenarà, porque vino de los confines de la tierra para Oír la Sabiduría de Salomón. ¡Y he Aquí uno mayor que Salomón Està en este lugar!
 43 Cuando el Espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos buscando reposo, y no lo encuentra.
 44 Entonces dice: "Volveré a mi casa de donde Salí." Cuando regresa, la halla desocupada, barrida y adornada.
 45 Entonces va y trae consigo otros siete Espíritus peores que él. Y después de entrar, habitan Allí; y el estado final de aquel hombre llega a ser peor que el primero. Así también Sucederà a esta perversa Generación.
 46 Mientras Todavía hablaba a la gente, he Aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, buscando hablar con él.
 47 Y alguien le dijo: --Mira, tu madre y tus hermanos Estàn afuera, buscando hablar contigo.
 48 Pero Jesús Respondió al que hablaba con él y dijo: --¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
 49 Entonces Extendió su mano hacia sus Discípulos y dijo: --¡He Aquí mi madre y mis hermanos!
 50 Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que Està en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

 Matthew  13
  1 Aquel Día Jesús Salió de la casa y se Sentó junto al mar.
 2 Y se le Acercó mucha gente, de manera que él Entró en una barca para sentarse, y toda la multitud estaba de pie en la playa.
 3 Entonces les Habló muchas cosas en Paràbolas, diciendo: "He Aquí un sembrador Salió a sembrar.
 4 Mientras él sembraba, parte de la semilla Cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron.
 5 Y otra parte Cayó en pedregales, donde no Había mucha tierra; y Brotó Ràpidamente, porque la tierra no era profunda.
 6 Pero cuando Salió el sol, se Quemó; y porque no Tenía Raíz, se Secó.
 7 Y otra parte Cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron.
 8 Y otra parte Cayó en buena tierra y dio fruto, una a ciento, otra a sesenta y otra a treinta por uno.
 9 El que tiene Oídos, que oiga."
 10 Entonces se acercaron los Discípulos y le dijeron: --¿Por qué les hablas por Paràbolas?
 11 Y él respondiendo les dijo: --Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
 12 Porque al que tiene, le Serà dado, y Tendrà Màs; pero al que no tiene, aun lo que tiene le Serà quitado.
 13 Por esto les hablo por Paràbolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni tampoco entienden.
 14 Ademàs, se cumple en ellos la Profecía de Isaías, que dice: De Oído oiréis, y nunca entenderéis; y mirando miraréis, y nunca veréis.
 15 Porque el Corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con los Oídos han Oído torpemente. Han cerrado sus ojos para que no vean con los ojos, ni oigan con los Oídos, ni entiendan con el Corazón, ni se conviertan. Y yo los sanaré.
 16 Pero ¡bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros Oídos, porque oyen!
 17 Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y Oír lo que Oís y no lo oyeron.
 18 Vosotros, pues, Oíd la Paràbola del sembrador.
 19 Cuando alguien oye la palabra del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que fue sembrado en su Corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
 20 Y el que fue sembrado en pedregales es el que oye la palabra y en seguida la recibe con gozo;
 21 pero no tiene Raíz en Sí, sino que es de poca Duración, y cuando viene la Aflicción o la Persecución por causa de la palabra, en seguida tropieza.
 22 Y el que fue sembrado en espinos, éste es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y queda sin fruto.
 23 Pero el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye la palabra y la entiende, el que de veras lleva fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta, y otro a treinta por uno.
 24 Les Presentó otra Paràbola diciendo: "El reino de los cielos es semejante a un hombre que Sembró buena semilla en su campo.
 25 Pero mientras Dormían los hombres, vino su enemigo y Sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
 26 Cuando Brotó la hierba y produjo fruto, entonces Apareció también la cizaña.
 27 Se acercaron los siervos al dueño del campo y le preguntaron: 'Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De Dónde, pues, tiene cizaña?'
 28 Y él les dijo: 'Un hombre enemigo ha hecho esto.' Los siervos le dijeron: 'Entonces, ¿quieres que vayamos y la recojamos?'
 29 Pero él dijo: 'No; no sea que al recoger la cizaña arranquéis con ella el trigo.
 30 Dejad crecer a ambos hasta la siega. Cuando llegue el tiempo de la siega, yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla. Pero reunid el trigo en mi granero.'"
 31 Les Presentó otra Paràbola diciendo: "El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre Tomó y Sembró en su campo.
 32 Esta es la Màs pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, es la Màs grande de las hortalizas y se convierte en àrbol, de modo que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas."
 33 Les dijo otra Paràbola: "El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer Tomó y Escondió en tres medidas de harina, hasta que todo Quedó leudado."
 34 Todo esto Habló Jesús en Paràbolas a las multitudes y sin Paràbolas no les hablaba,
 35 de manera que se Cumplió lo dicho por medio del profeta diciendo: Abriré mi boca con Paràbolas; publicaré cosas que han estado ocultas desde la Fundación del mundo.
 36 Entonces, una vez despedida la multitud, Volvió a casa. Y sus Discípulos se acercaron a él diciendo: --Explícanos la Paràbola de la cizaña del campo.
 37 Y respondiendo él dijo: --El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
 38 El campo es el mundo. La buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno.
 39 El enemigo que la Sembró es el diablo. La siega es el fin del mundo, y los segadores son los àngeles.
 40 De manera que como la cizaña es recogida y quemada en el fuego, Así Serà el fin del mundo.
 41 El Hijo del Hombre Enviarà a sus àngeles, y Recogeràn de su reino a todos los que causan tropiezos y a los que hacen maldad,
 42 y los Echaràn en el horno de fuego. Allí Habrà llanto y crujir de dientes.
 43 Entonces los justos Resplandeceràn como el sol en el reino de su Padre. El que tiene Oídos, que oiga.
 44 El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que un hombre Descubrió y luego Escondió. Y con regocijo va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
 45 Ademàs, el reino de los cielos es semejante a un comerciante que buscaba perlas finas.
 46 Y habiendo encontrado una perla de gran valor, fue y Vendió todo lo que Tenía, y la Compró.
 47 Asimismo, el reino de los cielos es semejante a una red que fue echada en el mar y Juntó toda clase de peces.
 48 Cuando estuvo llena, la sacaron a la playa. Y sentados recogieron lo bueno en cestas y echaron fuera lo malo.
 49 Así Serà el fin del mundo: Saldràn los àngeles y Apartaràn a los malos de entre los justos,
 50 y los Echaràn en el horno de fuego. Allí Habrà llanto y crujir de dientes.
 51 ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos le dijeron: --Sí.
 52 El les dijo: --Por eso, todo escriba instruido en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas.
 53 Aconteció que cuando Jesús Terminó estas Paràbolas, Partió de Allí.
 54 Vino a su tierra y les enseñaba en su sinagoga, de manera que ellos estaban Atónitos y Decían: --¿De Dónde tiene éste esta Sabiduría y estos milagros?
 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?
 56 ¿No Estàn todas sus hermanas con nosotros? ¿De Dónde, pues, le vienen a éste todas estas cosas?
 57 Se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: --No hay profeta sin honra sino en su propia tierra y en su casa.
 58 Y no hizo Allí muchos milagros a causa de la incredulidad de ellos.

 Matthew  14
  1 En aquel tiempo, Herodes el tetrarca Oyó la fama de Jesús
 2 y dijo a sus criados: "¡Este es Juan el Bautista! El ha resucitado de los muertos; por esta Razón operan estos poderes en él."
 3 Porque Herodes Había prendido a Juan, le Había atado con cadenas y puesto en la Càrcel por causa de Herodía, la mujer de su hermano Felipe.
 4 Porque Juan le Decía: "No te es Lícito tenerla por mujer."
 5 Y aunque Herodes Quería matarlo, Temió al pueblo; porque le Tenían por profeta.
 6 Pero cuando se Celebró el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodía Danzó en medio y Agradó a Herodes,
 7 por lo cual él se Comprometió bajo juramento a darle lo que ella pidiera.
 8 Ella, instigada por su madre, dijo: "Dame Aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista."
 9 Entonces el rey se Entristeció; pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, Mandó que se la diesen.
 10 Mandó decapitar a Juan en la Càrcel.
 11 Y su cabeza fue Traída en un plato y fue dada a la muchacha, y ella la Presentó a su madre.
 12 Entonces llegaron sus Discípulos, tomaron el cuerpo y lo enterraron. Luego fueron y se lo contaron a Jesús.
 13 Al Oírlo, Jesús se Apartó de Allí en una barca a un lugar desierto y apartado. Cuando las multitudes oyeron esto, le siguieron a pie desde las ciudades.
 14 Cuando Jesús Salió, vio la gran multitud y tuvo Compasión de ellos, y Sanó a los que entre ellos estaban enfermos.
 15 Al atardecer, sus Discípulos se acercaron a él y le dijeron: --El lugar es desierto, y la hora ya avanzada. Despide a la gente para que vayan a las aldeas y compren para Sí algo de comer.
 16 Pero Jesús les dijo: --No tienen necesidad de irse. Dadles vosotros de comer.
 17 Entonces ellos dijeron: --No tenemos Aquí sino cinco panes y dos pescados.
 18 El les dijo: --Traédmelos Acà.
 19 Luego Mandó que la gente se recostara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y alzando los ojos al cielo, los bendijo. Después de partirlos, dio los panes a sus Discípulos, y ellos a la gente.
 20 Todos comieron y se saciaron, y se recogieron doce canastas llenas de lo que Sobró de los pedazos.
 21 Los que comieron eran como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
 22 Y en seguida Jesús Obligó a sus Discípulos a entrar en la barca e ir delante de él a la otra orilla, mientras él Despedía a las multitudes.
 23 Una vez despedida la gente, Subió al monte para orar a solas; y cuando Llegó la noche, estaba Allí solo.
 24 La barca ya quedaba a gran distancia de la tierra, azotada por las olas, porque el viento era contrario.
 25 Y a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos caminando sobre el mar.
 26 Pero cuando los Discípulos le vieron caminando sobre el mar, se turbaron diciendo: --¡Un fantasma! Y gritaron de miedo.
 27 En seguida Jesús les Habló diciendo: --¡Tened ànimo! ¡Yo soy! ¡No Temàis!
 28 Entonces le Respondió Pedro y dijo: --Señor, si eres Tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
 29 Y él dijo: --Ven. Pedro Descendió de la barca y Caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús.
 30 Pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y Comenzó a hundirse. Entonces Gritó diciendo: --¡Señor, Sàlvame!
 31 De inmediato Jesús Extendió la mano, le sostuvo y le dijo: --¡Oh hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
 32 Cuando ellos subieron a la barca, se Calmó el viento.
 33 Entonces los que estaban en la barca le adoraron diciendo: --¡Verdaderamente eres Hijo de Dios!
 34 Cuando cruzaron a la otra orilla, llegaron a la tierra de Genesaret.
 35 Y cuando los hombres de aquel lugar le reconocieron, mandaron a decirlo por toda aquella Región, y trajeron a él todos los que estaban enfermos.
 36 Y le rogaban que Sólo pudiesen tocar el borde de su manto, y todos los que tocaron quedaron sanos.

 Matthew  15
  1 Entonces se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas de Jerusalén, diciendo:
 2 --¿Por qué quebrantan tus Discípulos la Tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan.
 3 El les Respondió diciendo: --¿Por qué también vosotros Quebrantàis el mandamiento de Dios por causa de vuestra Tradición?
 4 Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y El que maldiga a su padre o a su madre muera irremisiblemente.
 5 Pero vosotros Decís que cualquiera que diga a su padre o a su madre: "Aquello con que hubieras sido beneficiado es mi ofrenda a Dios",
 6 no debe honrar a su padre. Así habéis invalidado la palabra de Dios por causa de vuestra Tradición.
 7 ¡Hipócritas! Bien Profetizó Isaías de vosotros diciendo:
 8 Este pueblo me honra de labios, pero su Corazón Està lejos de Mí.
 9 Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de hombres.
 10 Entonces, llamando a Sí a la multitud, les dijo: --¡Oíd y entended!
 11 Lo que entra en la boca no contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
 12 Entonces se acercaron los Discípulos y le dijeron: --¿Sabes que los fariseos se ofendieron al Oír esas palabras?
 13 Pero él Respondió y dijo: --Toda planta que no Plantó mi Padre celestial Serà desarraigada.
 14 Dejadlos. Son ciegos Guías de ciegos. Pero si el ciego Guía al ciego, ambos Caeràn en el hoyo.
 15 Respondió Pedro y le dijo: --Explícanos esta Paràbola.
 16 Jesús dijo: --¿También vosotros carecéis de entendimiento?
 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al Estómago y sale a la letrina?
 18 Pero lo que sale de la boca viene del Corazón, y eso contamina al hombre.
 19 Porque del Corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las inmoralidades sexuales, los robos, los falsos testimonios y las blasfemias.
 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre, pero el comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
 21 Cuando Jesús Salió de Allí, se fue a las regiones de Tiro y de Sidón.
 22 Entonces una mujer cananea que Había salido de aquellas regiones, clamaba diciendo: --¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de Mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
 23 Pero él no le Respondía palabra. Entonces se acercaron sus Discípulos y le rogaron diciendo: --Despídela, pues grita tras nosotros.
 24 Y respondiendo dijo: --Yo no he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
 25 Entonces ella vino y se Postró delante de él diciéndole: --¡Señor, Socórreme!
 26 El le Respondió diciendo: --No es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos.
 27 Y ella dijo: --Sí, Señor. Pero aun los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños.
 28 Entonces Respondió Jesús y le dijo: --¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sana desde aquella hora.
 29 Cuando Jesús Partió de Allí, fue junto al mar de Galilea, y subiendo al monte se Sentó Allí.
 30 Entonces se acercaron a él grandes multitudes que Tenían consigo cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y él los Sanó;
 31 de manera que la gente se maravillaba al ver a los mudos hablar, a los mancos sanos, a los cojos andar y a los ciegos ver. Y glorificaban al Dios de Israel.
 32 Jesús Llamó a sus Discípulos y dijo: --Tengo Compasión de la multitud, porque ya hace tres Días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino.
 33 Entonces sus Discípulos le dijeron: --¿De Dónde conseguiremos nosotros tantos panes en un lugar desierto, como para saciar a una multitud tan grande?
 34 Jesús les dijo: --¿Cuàntos panes tenéis? Ellos dijeron: --Siete, y unos pocos pescaditos.
 35 Entonces él Mandó a la multitud que se recostase sobre la tierra.
 36 Tomó los siete panes y los pescaditos, y habiendo dado gracias los Partió e iba dando a los Discípulos, y los Discípulos a las multitudes.
 37 Todos comieron y se saciaron, y recogieron siete cestas llenas de lo que Sobró de los pedazos.
 38 Los que Comían eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
 39 Entonces, una vez despedida la gente, Subió en la barca y se fue a las regiones de Magdala.

 Matthew  16
  1 Se acercaron los fariseos y los saduceos, y para probarle le pidieron que les mostrase una señal del cielo.
 2 Pero él les Respondió diciendo: "Al atardecer Decís: 'Harà buen tiempo, porque el cielo Està enrojecido';
 3 y al amanecer Decís: 'Hoy Habrà tempestad, porque el cielo Està enrojecido y Sombrío.' Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos.
 4 Una Generación malvada y Adúltera pide señal, pero no le Serà dada ninguna señal, sino la señal de Jonàs." Y Dejàndolos se fue.
 5 Cuando los Discípulos cruzaron a la otra orilla, se olvidaron de tomar consigo pan.
 6 Entonces Jesús les dijo: --Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
 7 Ellos Discutían entre Sí, diciendo: --Es porque no trajimos pan.
 8 Pero como Jesús lo Entendió, les dijo: --¿Por qué Discutís entre vosotros que no tenéis pan, hombres de poca fe?
 9 ¿Todavía no entendéis, ni os Acordàis de los cinco panes para los cinco mil hombres, y Cuàntas canastas recogisteis?
 10 ¿Ni tampoco de los siete panes para los cuatro mil y Cuàntas cestas recogisteis?
 11 ¿Cómo es que no entendéis que no os hablé del pan? ¡Pero guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos!
 12 Entonces entendieron que no les Habló de guardarse de la levadura del pan, sino Màs bien de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
 13 Cuando Llegó Jesús a las regiones de Cesarea de Filipo, Preguntó a sus Discípulos diciendo: --¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
 14 Ellos dijeron: --Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o uno de los profetas.
 15 Les dijo: --Pero vosotros, ¿quién Decís que soy yo?
 16 Respondió Simón Pedro y dijo: --¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!
 17 Entonces Jesús Respondió y le dijo: --Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonàs, porque no te lo Reveló carne ni sangre, sino mi Padre que Està en los cielos.
 18 Mas yo también te digo que Tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no Prevaleceràn contra ella.
 19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra Habrà sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra Habrà sido desatado en los cielos.
 20 Entonces Mandó a los Discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.
 21 Desde entonces, Jesús Comenzó a explicar a sus Discípulos que le era preciso ir a Jerusalén y padecer mucho de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer Día.
 22 Pedro le Tomó aparte y Comenzó a reprenderle diciendo: --Señor, ten Compasión de ti mismo. ¡Jamàs te suceda esto!
 23 Entonces él volviéndose, dijo a Pedro: --¡Quítate de delante de Mí, Satanàs! Me eres tropiezo, porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
 24 Entonces Jesús dijo a sus Discípulos: --Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a Sí mismo, tome su cruz y Sígame.
 25 Porque el que quiera salvar su vida la Perderà, y el que pierda su vida por causa de Mí la Hallarà.
 26 Pues, ¿de qué le sirve al hombre si gana el mundo entero y pierde su alma? ¿O qué Darà el hombre en rescate por su alma?
 27 Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus àngeles, y entonces Recompensarà a cada uno conforme a sus hechos.
 28 De cierto os digo que hay algunos que Estàn Aquí, que no Probaràn la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.

 Matthew  17
  1 Seis Días después, Jesús Tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y les hizo subir aparte a un monte alto.
 2 Y fue transfigurado delante de ellos. Su cara Resplandeció como el sol, y sus vestiduras se hicieron blancas como la luz.
 3 Y he Aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
 4 Entonces intervino Pedro y dijo a Jesús: --Señor, bueno es que nosotros estemos Aquí. Si quieres, yo levantaré Aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
 5 Mientras él Aún hablaba, de pronto una nube brillante les hizo sombra, y he Aquí Salió una voz de la nube diciendo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. A él Oíd."
 6 Al Oír esto, los Discípulos se postraron sobre sus rostros y temieron en gran manera.
 7 Entonces Jesús se Acercó, los Tocó y dijo: --Levantaos y no Temàis.
 8 Y cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie sino a Jesús mismo, solo.
 9 Mientras ellos Descendían del monte, Jesús les Mandó, diciendo: --No mencionéis la Visión a nadie, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos.
 10 Entonces los Discípulos le preguntaron diciendo: --¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
 11 Y respondiendo dijo: --A la verdad, Elías viene y Restaurarà todas las cosas.
 12 Pero yo os digo que Elías ya vino, y no le reconocieron; Màs bien, hicieron con él todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre ha de padecer de ellos.
 13 Entonces los Discípulos entendieron que les hablaba de Juan el Bautista.
 14 Cuando llegaron a la multitud, vino a él un hombre y se Arrodilló delante de él,
 15 diciendo: --¡Señor, ten misericordia de mi hijo, que es Lunàtico y padece gravemente. Pues muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el agua.
 16 Lo traje a tus Discípulos, y no le pudieron sanar.
 17 Jesús Respondió y dijo: --¡Oh Generación incrédula y perversa! ¿Hasta Cuàndo estaré con vosotros? ¿Hasta Cuàndo os soportaré? Traédmelo Acà.
 18 Jesús le Reprendió, y el demonio Salió de él; y el niño fue sanado desde aquella hora.
 19 Luego, los Discípulos se acercaron en privado a Jesús y le dijeron: --¿Por qué no pudimos nosotros echarlo fuera?
 20 Jesús les dijo: --Por causa de vuestra poca fe. Porque de cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Pàsate de Aquí, Allà"; y se Pasarà. Nada os Serà imposible.
 21 Pero este género de demonio sale Sólo con Oración y ayuno.
 22 Estando ellos reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del Hombre ha de ser entregado en manos de hombres,
 23 y le Mataràn. Pero al tercer Día Resucitarà." Y ellos se entristecieron en gran manera.
 24 Cuando ellos llegaron a Capernaúm, fueron a Pedro los que cobraban el impuesto del templo y dijeron: --¿Vuestro maestro no paga el impuesto del templo?
 25 El dijo: --Sí. Al entrar en casa, Jesús le Habló primero diciendo: --¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de otros?
 26 Pedro le dijo: --De otros. Jesús le dijo: --Luego, los hijos Estàn libres de Obligación.
 27 Pero, para que no los ofendamos, vé al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que suba, Tómalo. Cuando abras su boca, Hallaràs un estatero. Tómalo y dalo por Mí y por ti.

 Matthew  18
 1 En aquel tiempo los Discípulos se acercaron a Jesús diciendo: --¿Quién es el Màs importante en el reino de los cielos?
 2 Jesús Llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
 3 y dijo: --De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como los niños, Jamàs entraréis en el reino de los cielos.
 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el Màs importante en el reino de los cielos.
 5 Y cualquiera que en mi nombre reciba a un niño como éste, a Mí me recibe.
 6 Y a cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en Mí, mejor le fuera que se le atase al cuello una gran piedra de molino y que se le hundiese en lo profundo del mar.
 7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! Es inevitable que haya tropiezos, pero ¡ay del hombre que los ocasione!
 8 Por tanto, si tu mano o tu pie te hace tropezar, Córtalo y échalo de ti. Mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
 9 Y si tu ojo te hace tropezar, Sàcalo y échalo de ti. Mejor te es entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
 10 Mirad, no Tengàis en poco a ninguno de estos pequeños, porque os digo que sus àngeles en los cielos siempre ven el rostro de mi Padre que Està en los cielos.
 11 Porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se Había perdido.
 12 ¿Qué os parece? Si Algún hombre tiene cien ovejas y se Extravía una, ¿acaso no Dejarà las noventa y nueve en las montañas e Irà a buscar la descarriada?
 13 Y si sucede que la encuentra, de cierto os digo que se goza Màs por aquélla que por las noventa y nueve que no se extraviaron.
 14 Así que, no es la voluntad de vuestro Padre que Està en los cielos que se pierda ni uno de estos pequeños.
 15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé, amonéstale a solas entre Tú y él. Si él te escucha, has ganado a tu hermano.
 16 Pero si no escucha, toma Aún contigo uno o dos, para que todo asunto conste Según la boca de dos o tres testigos.
 17 Y si él no les hace caso a ellos, dilo a la iglesia; y si no hace caso a la iglesia, tenlo por gentil y publicano.
 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra Habrà sido atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra Habrà sido desatado en el cielo.
 19 Otra vez os digo que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidan, les Serà hecha por mi Padre que Està en los cielos.
 20 Porque donde dos o tres Estàn congregados en mi nombre, Allí estoy yo en medio de ellos.
 21 Entonces Pedro se Acercó y le dijo: --Señor, ¿Cuàntas veces Pecarà mi hermano contra Mí y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces?
 22 Jesús le dijo: --No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.
 23 Por esto, el reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.
 24 Y cuando él Comenzó a hacer cuentas, le fue Traído uno que le Debía diez mil talentos.
 25 Puesto que él no Podía pagar, su señor Mandó venderlo a él, junto con su mujer, sus hijos y todo lo que Tenía, y que se le pagara.
 26 Entonces el siervo Cayó y se Postró delante de él diciendo: "Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo."
 27 El señor de aquel siervo, movido a Compasión, le Soltó y le Perdonó la deuda.
 28 Pero al salir, aquel siervo Halló a uno de sus consiervos que le Debía cien denarios, y asiéndose de él, le ahogaba diciendo: "Paga lo que debes."
 29 Entonces su consiervo, cayendo, le rogaba diciendo: "¡Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré."
 30 Pero él no quiso, sino que fue y lo Echó en la Càrcel hasta que le pagara lo que le Debía.
 31 Así que, cuando sus consiervos vieron lo que Había sucedido, se entristecieron mucho; y fueron y declararon a su señor todo lo que Había sucedido.
 32 Entonces su señor le Llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
 33 ¿No Debías Tú también tener misericordia de tu consiervo, Así como también yo tuve misericordia de ti?"
 34 Y su señor, enojado, le Entregó a los verdugos hasta que le pagara todo lo que le Debía.
 35 Así también Harà con vosotros mi Padre celestial, si no Perdonàis de Corazón cada uno a su hermano.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Dispersión judía y expansión cristiana

Cap.- 3  Dispersión judía y expansión cristiana


La primera gran dispersión tuvo lugar a la caída del reino de Judá. El crecimiento demográfico impulsó luego la movilidad de individuos y grupos, favorecida por los movimientos de población que siguieron a la conquista del Próximo Oriente por el Helenismo. En el ámbito grecorromano, Egipto y Asia Menor, y fuera Babilonia, fueron donde se dio una mayor implantación judía.
            Algunas colonias Judías contaron con una organización jurídica peculiar como políteuma, sin integración en la pólis griega. Es el caso de Alejandría, el foco más activo de la diáspora judía. No faltaron tensiones, que se acentuaron con violencia en el s. I, entre la población judía y la de origen o cultura griega, como las que tuvieron lugar bajo el gobernador Flaco, en tiempos de Calígula, y a raíz de la primera guerra judía. El políteuma judío alejandrino quedó aniquilado por su sublevación en tiempos de Trajano. También tuvo importancia numérica, social e intelectual el políteuma judío de Cirenaica (donde al concluir la primera guerra judía hubo un intento de sublevación zelota), que participó en la gran rebelión bajo Trajano.
            En Roma mismo la colonia judía había engrosado repetidas veces por la llegada de cautivos judíos. Aunque contó con el apoyo de César, reiteradas turbulencias le acarrearon medidas represivas. Entre otras la de Claudio para acabar con los tumultos impulsore Chresto (¿a.49?). Cuando san Pablo escribe Rom (¿a58?) ya había en la ciudad un comunidad cristiana notable,
            En ciudades de Grecia había también asentamientos judíos, que sirvieron de anclaje a la misión paulina. Corinto fue la primera de sus bases misioneras. Pablo era un judío de Tarso de Cilicia. En su viaje con Bernabé, ya predicó a judíos en diversas regiones de Asia Menor. Hizo de Éfeso su base en su segundo viaje como líder de la misión.
            Los judíos de Siria se mantenían en contacto con los de Palestina y Babilonia, Antioquía y Damasco fueron importantes centros judíos, que tuvieron que sufrir también las repercusiones de la primera guerra judía. Antioquía fue, después de Jerusalén, el primer gran foco de expansión cristiana. Palestina era el solar de Israel, pero tenía población griega insertada y el judaísmo de parte de sus habitantes (Galilea, Idumea) carecía de solera para uno de Judea.
            La tolerancia grecorromana del judaísmo como religio licita motivó los privilegios y exenciones de la comunidad (exención de servicio militar y actos del culto oficial, cierto grado de jurisdicción civil y penal, y la colecta para Jerusalén; luego trasformada en el represivo fiscus iudaicus). Conjunto de peculiaridades y prácticas chocantes (como la circuncisión y el reposo sabático) que dieron ocasión a su vez a violentas quiebras de tal tolerancia. El estatuto jurídico de los judíos de la Diáspora se mantuvo en principio independiente de los avatares y ruina del Estado judío.
            La organización interna de las comunidades Judías siguió el doble modelo del consejo de ancianos (presbyteroi) palestino y de la gerousía helenística, en los casos en que pudieron constituir un políteuma en la pólis helenística. Las simples congregaciones (synagôgai) tenían un modelo más asequible, para la administración de la comunidad, en los collegia paganos. Celebraban sus reuniones religiosas en la proseukhê, bajo la dirección específica de un archisinagogo y su ayudante. Lo más distintivo de las congregaciones judías eran los ritos religioso_nacionales que delimitaban a sus miembros.
            Esos mismos ritos, sobre todo la circuncisión, fueron un freno a la misión judía universal, demasiado ligada al nacionalismo. La literatura apologética del judaísmo helenístico atestigua indirectamente el objetivo misionero. La exigencia de plena integración resultó en que, junto a los conversos que la aceptaron (prosélitos), se constituyese una clase intermedia de semiconversos («adoradores» y «temerosos de Dios»), que resultaron particularmente receptivos para la misión cristiana.
            Jesús limitó su misión terrena a Israel; pero con acogidas y previsiones que llevaron a sus discípulos, después de Pascua, a reflexionar sobre el curso de la misión cristiana, ilustrados por las Escrituras, y entender que Cristo estaba destinado a ser la luz de las gentes. Los mandatos evangélicos de misión universal (Mt 28,18_20; Lc 24,45-48) son expresión de esta toma de conciencia.
            Los cristianos helenistas de Jerusalén fueron los que, forzados a la dispersión, se dedicaron a la misión de amplitud geográfica y, en un segundo estadio, comenzaron la de los paganos (Hch 11,20_21). Un tercer estadio lo marca la misión de Bernabé y Pablo (Hch 13_14) y la proseguida luego por Bernabé.
            Resuelto en principio el problema de la libertad respecto a la Ley judía, Pablo es el líder de una misión a los paganos, a través de Asia Menor y Grecia, con una doble estrategia de roturar terreno y alejarse del ya misionado, que le lleva a planear ir a España. Con los ganados mediante una primera predicación sinagogal, crea una red de iglesias ciudadanas (trenzadas por iglesias domésticas), focos a su vez de irradiación misionera. Truncado su plan por larga prisión, murió mártir en Roma.
            Pedro preside primero la iglesia madre de Jerusalén. Pudo ser el pionero de la misión gentil (Hch 10); pero se hace cargo de la misión a los judíos, de primaria importancia teológica (cf. Rom 1,16). Si bien su éxito en la misión judeocristiana debió ser muy relativo, tras morir mártir en Roma, esta iglesia irá asumiendo conscientemente en su nombre el liderazgo de la misión universal y de la comunión católica.
            En Asia Menor se entrecruzaron diversas líneas misionales, expresión del pluralismo que se habría de integrar en la Gran Iglesia. Fue campo de la misión de Bernabé, de Pablo, de un cristianismo petrino (antioqueno y romano) y de círculos joánicos: una corriente peculiar, muy profética, de elevada cristología, en fuerte ruptura con el judaísmo y abierta a conversos paganos. Tras una grave crisis, confluye de lleno con la tradición católica o deriva en el gnosticismo.
            Santiago el hermano del Señor quedó al frente de la iglesia de Jerusalén. Pronto le hicieron bandera de un judeocristianismo estricto. Tras su muerte y las dos guerras judías, muchos de estos judeocristianos, dispersos, acabaron separados tanto del judaísmo como de la Gran Iglesia. Eran judíos que reconocían la mesianidad de Jesús, aunque no todos la divinidad de Cristo, y que continuaban observando la Torá. Los Nazarenos reconocían ambas y fueron sus prácticas las que les separaron de la Iglesia católica. Los Ebionitas, además, no admitían la divinidad de Cristo.
            Hubo un cristianismo siríaco, que se retrotraía a un tal Addai y luego al apóstol Tomás, y que, al menos en parte, quedó muy influido por el gnosticismo. Así se completó una tradición judeocristiana de dichos del Señor con dichos gnósticos (EvTom). Esta impronta gnóstica, cargada de encratismo, fue borrándose a medida que se acentuaba el encratismo como característica del cristianismo siríaco.

sábado, 27 de noviembre de 2010

MATEO 2

 Matthew  7

 1 "No juzguéis, para que no Seàis juzgados.
 2 Porque con el juicio con que Juzgàis seréis juzgados, y con la medida con que Medís se os Medirà.
 3 "¿Por qué miras la brizna de paja que Està en el ojo de tu hermano, y dejas de ver la viga que Està en tu propio ojo?
 4 ¿Cómo Diràs a tu hermano: 'Deja que yo saque la brizna de tu ojo', y he Aquí la viga Està en el tuyo?
 5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces Podràs ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.
 6 "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra vosotros y os despedacen.
 7 "Pedid, y se os Darà. Buscad y hallaréis. Llamad, y se os Abrirà.
 8 Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le Abrirà.
 9 ¿Qué hombre hay entre vosotros que, al hijo que le pide pan, le Darà una piedra?
 10 ¿O al que le pide pescado, le Darà una serpiente?
 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿Cuànto Màs vuestro Padre que Està en los cielos Darà cosas buenas a los que le piden?
 12 "Así que, todo lo que Queràis que los hombres hagan por vosotros, Así también haced por ellos, porque esto es la Ley y los Profetas.
 13 "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la Perdición, y son muchos los que entran por ella.
 14 Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan.
 15 "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces.
 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?
 17 Así también, todo àrbol sano da buenos frutos, pero el àrbol podrido da malos frutos.
 18 El àrbol sano no puede dar malos frutos, ni tampoco puede el àrbol podrido dar buenos frutos.
 19 Todo àrbol que no lleva buen fruto es cortado y echado en el fuego.
 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
 21 "No todo el que me dice 'Señor, Señor' Entrarà en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que Està en los cielos.
 22 Muchos me Diràn en aquel Día: '¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en tu nombre? ¿En tu nombre no echamos demonios? ¿Y en tu nombre no hicimos muchas obras poderosas?'
 23 Entonces yo les declararé: 'Nunca os he conocido. ¡Apartaos de Mí, obradores de maldad!'
 24 "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, Serà semejante a un hombre prudente que Edificó su casa sobre la peña.
 25 Y Cayó la lluvia, vinieron torrentes, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa. Pero ella no se Derrumbó, porque se Había fundado sobre la peña.
 26 "Pero todo el que me oye estas palabras y no las hace, Serà semejante a un hombre insensato que Edificó su casa sobre la arena.
 27 Cayó la lluvia, vinieron torrentes, y soplaron vientos, y azotaron contra aquella casa. Y se Derrumbó, y fue grande su ruina."
 28 Y Aconteció que cuando Jesús Terminó estas palabras, las multitudes estaban maravilladas de su enseñanza;
 29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

 Matthew  8

 1 Cuando Descendió del monte, le Siguió mucha gente.
 2 Y he Aquí vino un leproso y se Postró ante él diciendo: --¡Señor, si quieres, puedes limpiarme!
 3 Jesús Extendió la mano y le Tocó diciendo: --Quiero. ¡Sé limpio! Y al instante Quedó limpio de la lepra.
 4 Entonces Jesús le dijo: --Mira, no lo digas a nadie; pero vé, muéstrate al sacerdote y ofrece la ofrenda que Mandó Moisés, para testimonio a ellos.
 5 Cuando Jesús Entró en Capernaúm, vino a él un Centurión y le Rogó
 6 diciendo: --Señor, mi criado Està postrado en casa, Paralítico, y sufre terribles dolores.
 7 Y le dijo: --Yo iré y le sanaré.
 8 Respondió el Centurión y dijo: --Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Solamente di la palabra, y mi criado Serà sanado.
 9 Porque yo también soy un hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando. Si digo a éste: "Vé", él va; si digo al otro: "Ven", él viene; y si digo a mi siervo: "Haz esto", él lo hace.
 10 Cuando Jesús Oyó esto, se Maravilló y dijo a los que le Seguían: --De cierto os digo que no he hallado tanta fe en ninguno en Israel.
 11 Y os digo que muchos Vendràn del oriente y del occidente y se Sentaràn con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos,
 12 pero los hijos del reino Seràn echados a las tinieblas de afuera. Allí Habrà llanto y crujir de dientes.
 13 Entonces Jesús dijo al Centurión: --Vé, y como Creíste te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella hora.
 14 Entró Jesús en la casa de Pedro, y vio que su suegra estaba postrada en cama con fiebre.
 15 El le Tocó la mano, y la fiebre la Dejó. Luego ella se Levantó y Comenzó a servirle.
 16 Al atardecer, trajeron a él muchos endemoniados. Con su palabra Echó fuera a los Espíritus y Sanó a todos los enfermos,
 17 de modo que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, quien dijo: El mismo Tomó nuestras debilidades y Cargó con nuestras enfermedades.
 18 Cuando se vio rodeado de una multitud, Jesús Mandó que pasasen a la otra orilla.
 19 Entonces se le Acercó un escriba y le dijo: --Maestro, te seguiré a dondequiera que Tú vayas.
 20 Jesús le dijo: --Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene Dónde recostar la cabeza.
 21 Otro de sus Discípulos le dijo: --Señor, Permíteme que primero vaya y entierre a mi padre.
 22 Pero Jesús le dijo: --Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.
 23 El Entró en la barca, y sus Discípulos le siguieron.
 24 Y de repente se Levantó una tempestad tan grande en el mar que las olas Cubrían la barca, pero él Dormía.
 25 Y Acercàndose, le despertaron diciendo: --¡Señor, Sàlvanos, que perecemos!
 26 Y él les dijo: --¿Por qué Estàis miedosos, hombres de poca fe? Entonces se Levantó y Reprendió a los vientos y al mar, y se hizo grande bonanza.
 27 Los hombres se maravillaron y Decían: --¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?
 28 Una vez llegado a la otra orilla, a la Región de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que Habían salido de los sepulcros. Eran violentos en extremo, tanto que nadie Podía pasar por aquel camino.
 29 Y he Aquí, ellos lanzaron gritos diciendo: --¿Qué tienes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido Acà para atormentarnos antes de tiempo?
 30 Lejos de ellos estaba paciendo un gran hato de cerdos,
 31 y los demonios le rogaron diciendo: --Si nos echas fuera, Envíanos a aquel hato de cerdos.
 32 El les dijo: --¡Id! Ellos salieron y se fueron a los cerdos, y he Aquí todo el hato de cerdos se Lanzó al mar por un despeñadero, y murieron en el agua.
 33 Los que apacentaban los cerdos huyeron, se fueron a la ciudad y lo contaron todo, aun lo que Había pasado a los endemoniados.
 34 Y he Aquí, toda la ciudad Salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaban que se fuera de sus territorios.

 Matthew  9

 1 Habiendo entrado en la barca, Jesús Pasó a la otra orilla y Llegó a su propia ciudad.
 2 Entonces le trajeron un Paralítico tendido sobre una camilla. Y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al Paralítico: --Ten ànimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
 3 He Aquí, algunos de los escribas dijeron entre Sí: --¡Este blasfema!
 4 Y conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: --¿Por qué Pensàis mal en vuestros corazones?
 5 Porque, ¿qué es Màs Fàcil decir: "Tus pecados te son perdonados" o decir: "Levàntate y anda"?
 6 Pero para que Sepàis que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar pecados en la tierra, --entonces dijo al Paralítico--: ¡Levàntate; toma tu camilla y vete a tu casa!
 7 Y se Levantó y se fue a su casa.
 8 Cuando las multitudes vieron esto, temieron y glorificaron a Dios, quien Había dado semejante autoridad a los hombres.
 9 Pasando de Allí Màs adelante, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el lugar de los tributos Públicos, y le dijo: "¡Sígueme!" Y él se Levantó y le Siguió.
 10 Sucedió que, estando Jesús sentado a la mesa en casa, he Aquí muchos publicanos y pecadores que Habían venido estaban sentados a la mesa con Jesús y sus Discípulos.
 11 Y cuando los fariseos le vieron, Decían a sus Discípulos: --¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?
 12 Al Oírlo, Jesús les dijo: --Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que Estàn enfermos.
 13 Id, pues, y aprended qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio. Porque yo no he venido para llamar a justos, sino a pecadores.
 14 Entonces los Discípulos de Juan fueron a Jesús y dijeron: --¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos frecuentemente, pero tus Discípulos no ayunan?
 15 Jesús les dijo: --¿Pueden tener luto los que Estàn de bodas mientras el novio Està con ellos? Pero Vendràn Días cuando el novio les Serà quitado, y entonces Ayunaràn.
 16 Nadie pone parche de tela nueva en vestido viejo, porque el parche tira del vestido y la rotura se hace peor.
 17 Tampoco echan vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rompen, el vino se derrama, y los odres se echan a perder. Màs bien, echan vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.
 18 Mientras él hablaba estas cosas, he Aquí vino un hombre principal y se Postró delante de él diciéndole: --Mi hija acaba de morir. Pero ven y pon tu mano sobre ella, y Vivirà.
 19 Jesús se Levantó y le Siguió con sus Discípulos.
 20 Y he Aquí una mujer que Sufría de hemorragia desde Hacía doce años, se le Acercó por Detràs y Tocó el borde de su manto;
 21 porque ella pensaba dentro de Sí: "Si solamente toco su vestido, seré sanada."
 22 Pero Jesús, volviéndose y Miràndola, dijo: --Ten ànimo, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sanada desde aquella hora.
 23 Cuando Jesús Llegó a la casa del principal y vio a los que tocaban las flautas y a la multitud que Hacía bullicio,
 24 les dijo: --Apartaos, porque la muchacha no ha muerto, sino que duerme. Y se burlaban de él.
 25 Cuando Habían sacado a la gente, él Entró y la Tomó de la mano; y la muchacha se Levantó.
 26 Y Salió esta noticia por toda aquella tierra.
 27 Mientras Jesús pasaba de Allí, le siguieron dos ciegos clamando a gritos y diciendo: --¡Ten misericordia de nosotros, hijo de David!
 28 Cuando él Llegó a la casa, los ciegos vinieron a él. Y Jesús les dijo: --¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: --Sí, Señor.
 29 Entonces les Tocó los ojos diciendo: --Conforme a vuestra fe os sea hecho.
 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Entonces Jesús les Encargó rigurosamente diciendo: --Mirad que nadie lo sepa.
 31 Pero ellos salieron y difundieron su fama por toda aquella tierra.
 32 Mientras aquéllos Salían, he Aquí le trajeron un hombre mudo endemoniado.
 33 Y tan pronto fue echado fuera el demonio, el mudo Habló. Y las multitudes se maravillaban diciendo: --¡Nunca se ha visto semejante cosa en Israel!
 34 Pero los fariseos Decían: --Por el Príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
 35 Jesús Recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
 36 Y cuando vio las multitudes, tuvo Compasión de ellas; porque estaban acosadas y desamparadas como ovejas que no tienen pastor.
 37 Entonces dijo a sus Discípulos: "A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos.
 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que Envíe obreros a su mies."

 Matthew  10

 1 Entonces Llamó a sus doce Discípulos y les dio autoridad sobre los Espíritus inmundos para echarlos fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
 2 Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; también Jacobo hijo de Zebedeo, y su hermano Juan;
 3 Felipe y Bartolomé; Tomàs y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Tadeo;
 4 Simón el cananita y Judas Iscariote, quien le Entregó.
 5 A estos doce los Envió Jesús, Dàndoles instrucciones diciendo: "No Vayàis por los caminos de los gentiles, ni entréis en las ciudades de los samaritanos.
 6 Pero id, Màs bien, a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
 7 Y cuando Vayàis, predicad diciendo: 'El reino de los cielos se ha acercado.'
 8 Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia habéis recibido; dad de gracia.
 9 "No os Proveàis ni de oro, ni de plata, ni de cobre en vuestros cintos.
 10 Tampoco llevéis bolsas para el camino, ni dos vestidos, ni zapatos, ni Bastón; porque el obrero es digno de su alimento.
 11 En cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién en ella sea digno y quedaos Allí hasta que Salgàis.
 12 Al entrar en la casa, saludadla.
 13 Si la casa es digna, venga vuestra paz sobre ella. Pero si no es digna, vuelva vuestra paz a vosotros.
 14 Y en caso de que no os reciban ni escuchen vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies.
 15 De cierto os digo que en el Día del juicio Serà Màs tolerable para los de la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
 16 "He Aquí, yo os Envío como a ovejas en medio de lobos. Sed, pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas.
 17 Guardaos de los hombres, porque os Entregaràn a los tribunales y en sus sinagogas os Azotaràn.
 18 Seréis llevados aun ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio a ellos y a los gentiles.
 19 Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de Cómo o qué hablaréis, porque os Serà dado en aquella hora lo que habéis de decir.
 20 Pues no sois vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre que Hablarà en vosotros.
 21 "El hermano Entregarà a muerte a su hermano, y el padre a su hijo. Se Levantaràn los hijos contra sus padres y los Haràn morir.
 22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin, éste Serà salvo.
 23 Y cuando os persigan en una ciudad, huid a la otra. Porque de cierto os digo que de Ningún modo acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.
 24 "El Discípulo no es Màs que su maestro, ni el siervo Màs que su señor.
 25 Bàstale al Discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia le llamaron Beelzebul, ¡Cuànto Màs lo Haràn a los de su casa!
 26 "Así que, no les Temàis. Porque no hay nada encubierto que no Serà revelado, ni oculto que no Serà conocido.
 27 Lo que os digo en privado, decidlo en Público; y lo que Oís al Oído, proclamadlo desde las azoteas.
 28 No Temàis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Màs bien, temed a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
 29 ¿Acaso no se venden dos pajaritos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de vuestro Padre.
 30 Pues aun vuestros cabellos Estàn todos contados.
 31 Así que, no Temàis; Màs valéis vosotros que muchos pajaritos.
 32 "Por tanto, a todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que Està en los cielos.
 33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que Està en los cielos.
 34 "No penséis que he venido para traer paz a la tierra. No he venido para traer paz, sino espada.
 35 Porque yo he venido para poner en Disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra.
 36 Y los enemigos de un hombre Seràn los de su propia casa.
 37 "El que ama a padre o a madre Màs que a Mí no es digno de Mí, y el que ama a hijo o a hija Màs que a Mí no es digno de Mí.
 38 El que no toma su cruz y sigue en pos de Mí no es digno de Mí.
 39 El que halla su vida la Perderà, y el que pierde su vida por mi causa la Hallarà.
 40 "El que os recibe a vosotros a Mí me recibe, y el que me recibe a Mí recibe al que me Envió.
 41 El que recibe a un profeta porque es profeta, Recibirà recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, Recibirà recompensa de justo.
 42 Cualquiera que da a uno de estos pequeñitos un vaso de agua Fría solamente porque es mi Discípulo, de cierto os digo que Jamàs Perderà su recompensa."

 Matthew  11

 1 Aconteció que, cuando Jesús Acabó de dar instrucciones a sus doce Discípulos, se fue de Allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
 2 Ahora bien, cuando Oyó Juan en la Càrcel de los hechos de Cristo, Envió a él por medio de sus Discípulos,
 3 y le dijo: --¿Eres Tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?
 4 Y respondiendo Jesús les dijo: --Id y haced saber a Juan las cosas que Oís y veis:
 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son hechos limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncia el evangelio.
 6 Y bienaventurado es el que no toma ofensa en Mí.
 7 Mientras ellos se iban, Jesús Comenzó a hablar de Juan a las multitudes: "¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
 8 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido de ropa delicada? He Aquí, los que se visten con ropa delicada Estàn en los palacios de los reyes.
 9 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? ¡Sí, os digo, y Màs que profeta!
 10 Este es aquel de quien Està escrito: He Aquí yo Envío mi mensajero delante de tu rostro, quien Prepararà tu camino delante de ti.
 11 De cierto os digo que no se ha levantado entre los nacidos de mujer Ningún otro mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el Màs pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
 12 Desde los Días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos se apoderan de él.
 13 Porque todos los Profetas y la Ley profetizaron hasta Juan.
 14 Y si lo queréis recibir, él es el Elías que Había de venir.
 15 El que tiene Oídos, oiga.
 16 "Pero, ¿a qué compararé esta Generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas y dan voces a sus compañeros,
 17 diciendo: 'Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos canciones de duelo y no lamentasteis.'
 18 Porque vino Juan, que no Comía ni Bebía, y dicen: 'Tiene demonio.'
 19 Y vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: 'He Aquí un hombre Comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.' Pero la Sabiduría es justificada por sus hechos."
 20 Entonces Comenzó a reprender a las ciudades en las cuales se realizaron muchos de sus hechos poderosos, porque no se Habían arrepentido:
 21 "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que se realizaron en vosotras, ya hace tiempo se Habrían arrepentido en saco y ceniza.
 22 Pero os digo que en el Día del juicio el castigo para Tiro y Sidón Serà Màs tolerable que para vosotras.
 23 "Y Tú, Capernaúm, ¿Seràs exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades Seràs hundida! Porque si entre los de Sodoma se hubieran realizado los hechos poderosos que se realizaron en ti, Habrían permanecido hasta hoy.
 24 Pero os digo que en el Día del juicio el castigo Serà Màs tolerable para la tierra de Sodoma, que para ti."
 25 En aquel tiempo Jesús Respondió y dijo: "Te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.
 26 Sí, Padre, porque Así te Agradó.
 27 "Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
 28 "Venid a Mí, todos los que Estàis fatigados y cargados, y yo os haré descansar.
 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí, que soy manso y humilde de Corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
 30 Porque mi yugo es Fàcil, y ligera mi carga."