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jueves, 2 de diciembre de 2010

La interpretación de la Escritura en el judaísmo

Cap.- 5 La interpretación de la Escritura en el judaísm


Targum (/im) es la traducción de la Biblia hebrea al arameo, que desborda la versión literal mediante retoques y paráfrasis complementarias, en que aparecen, como en una predicación actualizante, cuestiones de doctrina, moral, espiritualidad y pastoral, específicas de la mentalidad religiosa del judaísmo antiguo. Suelen ser relecturas de la Biblia con interpolaciones, que reflejan intereses del judaísmo de la época. En el culto sinagogal la lectura sistemática de secciones de la Torá (seder) iba seguida de porciones muy limitadas de los profetas (haftarot). Los targumes conservados del Pentateuco derivan de la lectura sinagogal y los de los Profetas parecen tener un origen más académico.
            Midrash (/im) es la explicación de la Escritura. La vida religiosa del judío quedaba centrada en la Torá, recopilación de las antiguas tradiciones sacras, que precisaba de interpretaciones y complementos en la nueva situación del judaísmo. La literatura midrásica se inicia ya en libros tardíos del A.T. (Eclo, Sab). Factores que influyen son la fijación del texto bíblico, el recurso al Pentateuco como programa de restauración y reforma, y el estudio intenso de la palabra de Dios. Lo que escribían nuevos autores se ponía de varios modos en relación con el canon bíblico recibido (pseudepígrafos, imitaciones, apocalipsis, trenzados de textos escriturísticos). La exégesis derásica trataba de lograr la actualización de la Escritura, mediante la halakhah, la haggadah o el pesher.
            Halakkah (halakhot) es la interpretación y aplicación de la Ley para precisar las normas de vida. Se realiza no sólo mediante exégesis derásica de los textos de la Torá y el recurso a los ejemplos bíblicos, sino también por la autoridad de la tradición, costumbres aceptadas, precedentes reconocidos o discusión de los maestros. Hicieron halaká todas las sectas judías y de modo intensivo los sectarios de Qumrán y los fariseos.
            Haggadah (/haggadot) es toda explicación de la Escritura que no sea haláquica. Abarca todos los demás ámbitos de lo doctrinal, moral, espiritual y pastoral. Va desde las simples glosas a los desarrollos que se siguen de acoplar textos de la Ley y de los profetas. Se realiza también mediante la relectura de libros bíblicos en nuevos escritos, como es el caso del Libro de los Jubileos, el Génesis Apocryphon de Qumrán y el Libro de las Antigüedades Bíblicas del Pseudo_Filón. No es extraño que floreciese en nuevas obras, que se componen haciendo ampliaciones fantásticas de pequeños episodios (Literatura de Henoc) o siguiendo modelos de la Escritura, como los diversos Testamentos. Ha sido recientemente discutida la relevancia de la sección de las Parábolas del 1 Hen para la cristología del N.T. Los Test y otras composiciones pueden corresponder a la vez a la leyenda hagádica, la exhortación moral y la apocalíptica.
            Esta literatura pseudepígrafa, muchas veces recopilaciones de tradiciones en curso y con interpolaciones de otros escritos, es pues una literatura midrásica, sobre todo hagádica, en que los protagonistas o presuntos autores son personajes de la historia salvifica ya pasada o aún remota. En su nombre se actualiza un mensaje, que se estima válido y aún urgente para el pueblo de Dios o un grupo de escogidos. Son producto de grupos muy divergentes dentro del primitivo judaísmo y testigos de la importancia de la Torá en la vida cotidiana del judío religioso antes del 70. Aunque esta literatura cayó en descrédito en el ámbito del judaísmo rabínico, se ha conservado parte por una selección espontánea de los textos que resultaron más atractivos para lectores cristianos, con un desplazamiento centrífugo del interés por ellos.
            Pesher (/Pesharim) es la interpretación del acontecer histórico (pasado, presente y próximo futuro) como realización de la voluntad de Dios en la historia inmediata a la luz del anuncio de los profetas. Se considera una lectura inspirada del pleno sentido de las profecías.
            El judaísmo rabínico desarrolló una técnica exegética conforme a reglas bien definidas (middôt). Los midrases rabínicos tratan de forjar un vínculo entre la Torá escrita y la oral, apoyando su exégesis en la autoridad de los maestros tanaítas o amoraítas. La exposición puede ser frase por frase (Sifré Nm y Sifré Dt), entremezclada con unidades discursivas (GnR, LvR) o con exposición de base temática en los midrases a los «Escritos».

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