cristojesuselsalvador

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martes, 11 de enero de 2011

HECHOS 4

Acts  17

 1 Atravesaron por Anfípolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde Había una sinagoga de los Judíos.
 2 Y de acuerdo con su costumbre, Pablo Entró a reunirse con ellos, y por tres Sàbados Discutió con ellos Basàndose en las Escrituras,
 3 explicando y demostrando que era necesario que el Cristo padeciese y resucitase de entre los muertos. El Decía: "Este Jesús, a quien yo os anuncio, es el Cristo."
 4 Y algunos de ellos se convencieron y se juntaron con Pablo y Silas: un gran Número de los griegos piadosos y no pocas de las mujeres principales.
 5 Entonces los Judíos se pusieron celosos y tomaron de la calle a algunos hombres perversos, y formando una turba alborotaron la ciudad. Asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
 6 Como no los encontraron, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los gobernadores de la ciudad, gritando: "¡Estos que trastornan al mundo entero también han venido Acà!
 7 Y Jasón les ha recibido. Todos éstos Actúan en contra de los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús."
 8 El pueblo y los gobernadores se perturbaron al Oír estas cosas;
 9 pero después de obtener fianza de Jasón y de los Demàs, los soltaron.
 10 Entonces, sin demora, los hermanos enviaron a Pablo y Silas de noche a Berea; y al llegar ellos Allí, entraron a la sinagoga de los Judíos.
 11 Estos eran Màs nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra àvidamente, escudriñando cada Día las Escrituras para verificar si estas cosas eran Así.
 12 En consecuencia, creyeron muchos de ellos; y también de las mujeres griegas distinguidas y de los hombres, no pocos.
 13 Pero cuando supieron los Judíos de Tesalónica que la palabra de Dios era anunciada por Pablo también en Berea, fueron Allà para incitar y perturbar a las multitudes.
 14 Entonces los hermanos hicieron salir inmediatamente a Pablo para que se fuese hasta el mar, mientras Silas y Timoteo se quedaron Allí.
 15 Los que Conducían a Pablo le llevaron hasta Atenas; y después de recibir órdenes para Silas y Timoteo de que fuesen a reunirse con él lo Màs pronto posible, partieron de regreso.
 16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su Espíritu se Enardecía dentro de él al ver que la ciudad estaba entregada a la Idolatría.
 17 Por lo tanto, Discutía en la sinagoga con los Judíos y los piadosos, y todos los Días en la plaza mayor, con los que Concurrían Allí.
 18 Y algunos de los Filósofos Epicúreos y estoicos disputaban con él. Unos Decían: --¿Qué Querrà decir este palabrero? Otros Decían: --Parece ser predicador de divinidades extranjeras. Pues les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y la Resurrección.
 19 Ellos le tomaron y le llevaron al Areópago diciendo: --¿Podemos saber qué es esta nueva doctrina de la cual hablas?
 20 Pues traes a nuestros Oídos algunas cosas extrañas; por tanto, queremos saber qué significa esto.
 21 Todos los atenienses y los forasteros que Vivían Allí no pasaban el tiempo en otra cosa que en decir o en Oír la última novedad.
 22 Entonces Pablo se puso de pie en medio del Areópago y dijo: --Hombres de Atenas: Observo que sois de lo Màs religiosos en todas las cosas.
 23 Pues, mientras pasaba y miraba vuestros monumentos sagrados, hallé también un altar en el cual estaba esta Inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. A aquel, pues, que vosotros Honràis sin conocerle, a éste yo os anuncio.
 24 Este es el Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él. Y como es Señor del cielo y de la tierra, él no habita en templos hechos de manos,
 25 ni es servido por manos humanas como si necesitase algo, porque él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
 26 De uno solo ha hecho toda raza de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra. El ha determinado de antemano el orden de los tiempos y los Límites de su Habitación,
 27 para que busquen a Dios, si de alguna manera, aun a tientas, palpasen y le hallasen. Aunque, a la verdad, él no Està lejos de ninguno de nosotros;
 28 porque "en él vivimos, nos movemos y somos". Como también han dicho algunos de vuestros poetas: "Porque también somos linaje de él."
 29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte e Imaginación de hombres.
 30 Por eso, aunque antes Dios Pasó por alto los tiempos de la ignorancia, en este tiempo manda a todos los hombres, en todos los lugares, que se arrepientan;
 31 por cuanto ha establecido un Día en el que ha de juzgar al mundo con justicia por medio del Hombre a quien ha designado, dando fe de ello a todos, al resucitarle de entre los muertos.
 32 Cuando le oyeron mencionar la Resurrección de los muertos, unos se burlaban, pero otros Decían: --Te oiremos acerca de esto en otra Ocasión.
 33 Así fue que Pablo Salió de en medio de ellos,
 34 pero algunos hombres se juntaron con él y creyeron. Entre ellos estaba Dionisio, quien era miembro del Areópago, y una mujer llamada Dàmaris, y otros con ellos.

 Acts  18

 1 Después de esto, Pablo Partió de Atenas y fue a Corinto.
 2 Y habiendo hallado a un Judío llamado Aquilas, natural de Ponto, recién llegado de Italia con Priscila su mujer (porque Claudio Había mandado que todos los Judíos fueran expulsados de Roma), Pablo Acudió a ellos.
 3 Como eran del mismo oficio, Permaneció con ellos y trabajaba, pues su oficio era hacer tiendas.
 4 Y Discutía en la sinagoga todos los Sàbados y Persuadía a Judíos y a griegos.
 5 Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicaba exclusivamente a la Exposición de la palabra, testificando a los Judíos que Jesús era el Cristo.
 6 Pero como ellos le Contradecían y blasfemaban, Sacudió sus vestidos y les dijo: "¡Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza! ¡Yo soy limpio! De Aquí en adelante iré a los gentiles."
 7 Se Trasladó de Allí y Entró en la casa de un hombre llamado Tito Justo, quien era temeroso de Dios, y cuya casa estaba junto a la sinagoga.
 8 Crispo, el principal de la sinagoga, Creyó en el Señor con toda su casa. Y muchos de los corintios que Oían, Creían y eran bautizados.
 9 Entonces el Señor dijo a Pablo de noche, por medio de una Visión: "No temas, sino habla y no calles;
 10 porque yo estoy contigo, y nadie Pondrà la mano sobre ti para hacerte mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad."
 11 Pablo se Quedó Allí por un año y seis meses, Enseñàndoles la palabra de Dios.
 12 Siendo Galión Procónsul de Acaya, los Judíos de Común acuerdo se levantaron contra Pablo y le llevaron al tribunal,
 13 diciendo: --¡Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley!
 14 Cuando Pablo iba a abrir su boca, Galión dijo a los Judíos: --Si se tratara de Algún agravio o de un crimen enorme, oh Judíos, conforme al derecho yo os Toleraría.
 15 Pero ya que se trata de cuestiones de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros mismos. Yo no quiero ser juez de estas cosas.
 16 Y los Expulsó del tribunal.
 17 Entonces todos tomaron a Sóstenes, el principal de la sinagoga, y le golpeaban delante del tribunal, y a Galión ninguna de estas cosas le importaba.
 18 Pero Pablo, habiéndose detenido Allí muchos Días Màs, se Despidió de los hermanos, e iba navegando hacia Siria; y con él iban Priscila y Aquilas. En Cencrea se Rapó la cabeza, porque Había hecho un voto.
 19 Llegaron a Efeso, y él los Dejó Allí. Y Entró en la sinagoga y Discutía con los Judíos.
 20 Pero a pesar de que ellos le Pedían que se quedase por Màs tiempo, no Accedió,
 21 sino que se Despidió y dijo: "Otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere." Y Zarpó de Efeso.
 22 Habiendo arribado a Cesarea, y después de subir y saludar a la iglesia, Descendió a Antioquía.
 23 Y después de haber estado Allí Algún tiempo, Salió a recorrer en orden la Región de Galacia y Frigia, fortaleciendo a todos los Discípulos.
 24 Llegó entonces a Efeso cierto Judío llamado Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente y poderoso en las Escrituras.
 25 Este Había sido instruido en el Camino del Señor; y siendo ferviente de Espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas acerca de Jesús, aunque Conocía solamente el bautismo de Juan.
 26 Comenzó a predicar con Valentía en la sinagoga, y cuando Priscila y Aquilas le oyeron, le tomaron aparte y le expusieron con mayor exactitud el Camino de Dios.
 27 Como él Quería viajar a Acaya, los hermanos le animaron y escribieron a los Discípulos que le recibiesen. Cuando Llegó Allà, fue de gran provecho a los que mediante la gracia Habían Creído;
 28 pues refutaba vigorosamente a los Judíos en Público, demostrando por medio de las Escrituras que Jesús era el Cristo.

 Acts  19

 1 Mientras Apolos estaba en Corinto, Aconteció que Pablo, después de recorrer las regiones interiores, Bajó a Efeso y Encontró a ciertos Discípulos.
 2 Entonces les dijo: --¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando Creísteis? Ellos le contestaron: --Ni siquiera hemos Oído que haya Espíritu Santo.
 3 Entonces dijo: --¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos respondieron: --En el bautismo de Juan.
 4 Y dijo Pablo: --Juan Bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que Había de venir después de él, es decir, en Jesús.
 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
 6 Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y ellos hablaban en lenguas y profetizaban.
 7 Eran entre todos como doce hombres.
 8 Durante unos tres meses, entrando en la sinagoga, Pablo predicaba con Valentía discutiendo y persuadiendo acerca de las cosas del reino de Dios.
 9 Pero como algunos se Endurecían y rehusaban creer, hablando mal del Camino delante de la multitud, se Separó de ellos y Tomó a los Discípulos aparte, discutiendo cada Día en la escuela de Tirano.
 10 Esto Continuó por dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, tanto Judíos como griegos, oyeron la palabra del Señor.
 11 Dios Hacía milagros extraordinarios por medio de las manos de Pablo;
 12 de tal manera que hasta llevaban pañuelos o delantales que Habían tocado su cuerpo para ponerlos sobre los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los Espíritus malos Salían de ellos.
 13 Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, se pusieron a invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que Tenían Espíritus malos, diciendo: --¡Os conjuro por el Jesús que Pablo predica!
 14 Eran siete hijos de un tal Esceva, un Judío, principal de los sacerdotes, los que Hacían esto.
 15 Pero el Espíritu malo Respondió y les dijo: --A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
 16 Y el hombre en quien estaba el Espíritu malo se Lanzó sobre ellos, los Dominó a todos y Prevaleció contra ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
 17 Este acontecimiento fue conocido por todos los que habitaban en Efeso, tanto Judíos como griegos. Cayó temor sobre todos ellos, y el nombre del Señor Jesús era magnificado.
 18 Muchos de los que Habían Creído Venían confesando y reconociendo sus Pràcticas Públicamente.
 19 Asimismo, un buen Número de los que Habían practicado la magia trajeron sus libros y los quemaron delante de todos. Calcularon su valor y hallaron que era de 50.000 monedas de plata.
 20 De esta manera Crecía la palabra del Señor y Prevalecía poderosamente.
 21 Cuando estas cosas se cumplieron, Pablo propuso en su Espíritu ir a Jerusalén después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: "Después que haya estado en Jerusalén, me Serà preciso ver también a Roma."
 22 Y después de enviar a Macedonia a dos de los que le ayudaban, a Timoteo y a Erasto, él mismo se detuvo por Algún tiempo en Asia.
 23 En aquel entonces se produjo un alboroto no pequeño acerca del Camino.
 24 Porque cierto platero, llamado Demetrio, que elaboraba en plata templecillos de Diana, y daba no poca ganancia a los artesanos,
 25 Reunió a éstos con los obreros de oficios semejantes y les dijo: --Hombres, sabéis que nuestra prosperidad proviene de este oficio;
 26 y veis y Oís que no solamente en Efeso, sino también en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido y apartado a mucha gente, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.
 27 No solamente hay el peligro de que este negocio nuestro caiga en descrédito, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y que pronto sea despojada de su majestad aquella a quien adoran toda el Asia y el mundo.
 28 Al Oír estas palabras se llenaron de ira y gritaron diciendo: --¡Grande es Diana de los efesios!
 29 Y la ciudad se Llenó de Confusión. Se lanzaron Unànimes al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios y compañeros de Pablo.
 30 Aunque Pablo Quería salir a la multitud, los Discípulos no se lo permitieron.
 31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él y le rogaron que no se presentara en el teatro.
 32 Unos gritaban una cosa, y otros otra cosa; porque la concurrencia estaba confusa, y la mayor parte ni Sabía por qué se Había reunido.
 33 Entonces algunos de entre la multitud dieron instrucciones a Alejandro, a quien los Judíos Habían empujado hacia adelante. Y Alejandro, pidiendo silencio con la mano, Quería hacer una defensa ante el pueblo.
 34 Pero reconociendo que era Judío, todos volvieron a gritar a una sola voz, por casi dos horas: --¡Grande es Diana de los efesios!
 35 Por fin, cuando el magistrado Había apaciguado la multitud, dijo: --Hombres de Efeso, ¿qué hombre hay que no sepa que la ciudad de Efeso es guardiana del templo de la majestuosa Diana y de su imagen Caída del cielo?
 36 Ya que esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigüéis y que no Hagàis nada precipitado.
 37 Pues habéis Traído a estos hombres que ni han cometido sacrilegio ni han blasfemado a nuestra diosa.
 38 Por tanto, si Demetrio y los artesanos que Estàn con él tienen pleito contra alguien, se conceden audiencias y hay Procónsules. ¡Que se acusen los unos a los otros!
 39 Y si Buscàis alguna otra cosa, Serà deliberado en Legítima asamblea.
 40 Pero hay peligro de que seamos acusados de Sedición por esto de hoy, sin que tengamos ninguna causa por la cual podamos dar Razón de este tumulto.
 41 Y habiendo dicho esto, Disolvió la concurrencia.

 Acts  20

 1 Después de cesar el disturbio, Pablo Mandó llamar a los Discípulos, y habiéndoles exhortado, se Despidió y Salió para ir a Macedonia.
 2 Recorrió aquellas regiones, Exhortàndoles con abundancia de palabras, y luego Llegó a Grecia.
 3 Después de estar él Allí tres meses, los Judíos tramaron un complot contra él cuando estaba por navegar rumbo a Siria, de modo que Decidió regresar por Macedonia.
 4 Le acompañaron Sópater hijo de Pirro, de Berea, los tesalonicenses Aristarco y Segundo, Gayo de Derbe, Timoteo, y Tíquico y Trófimo de Asia.
 5 Estos salieron antes y nos esperaron en Troas.
 6 Pero después de los Días de los panes sin levadura, nosotros navegamos desde Filipos y los alcanzamos después de cinco Días en Troas, donde nos detuvimos siete Días.
 7 El primer Día de la semana, cuando Estàbamos reunidos para partir el pan, Pablo Comenzó a hablarles, porque Había de partir al Día siguiente, y Alargó el discurso hasta la medianoche.
 8 Había muchas Làmparas en el piso superior, donde Estàbamos reunidos.
 9 Y a cierto joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, le iba dominando un profundo sueño. Como Pablo Seguía hablando por mucho tiempo, el joven, ya vencido por el sueño, Cayó del tercer piso abajo y fue levantado muerto.
 10 Entonces Pablo Descendió y se Echó sobre él, y al abrazarlo dijo: "¡No os alarméis, porque su vida Està en él!"
 11 Después de subir, de partir el pan y de comer, Habló largamente hasta el alba; y de esta manera Salió.
 12 Ellos llevaron al joven vivo y fueron grandemente consolados.
 13 Habiendo ido nosotros al barco con Anticipación, navegamos hasta Asón para recibir a Pablo Allí, pues Así lo Había dispuesto, debiendo ir él por tierra.
 14 Cuando se Reunió con nosotros en Asón, le tomamos a bordo y fuimos a Mitilene.
 15 Navegamos de Allí al Día siguiente y llegamos frente a Quío. Al otro Día, atracamos en Samos, y llegamos a Mileto al Próximo Día,
 16 pues Pablo Había decidido pasar de largo a Efeso para no detenerse en Asia; porque, de serle posible, se apresuraba para pasar el Día de Pentecostés en Jerusalén.
 17 Desde Mileto, Pablo Envió a Efeso e hizo llamar a los ancianos de la iglesia.
 18 Cuando ellos llegaron a él, les dijo: "Vosotros sabéis bien Cómo me he comportado con vosotros todo el tiempo, desde el primer Día que llegué a Asia,
 19 sirviendo al Señor con toda humildad y con muchas Làgrimas y pruebas que me vinieron por las asechanzas de los Judíos.
 20 Y sabéis que no he rehuido el anunciaros nada que os fuese útil, y el enseñaros Públicamente y de casa en casa,
 21 testificando a los Judíos y a los griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.
 22 "Ahora, he Aquí yo voy a Jerusalén con el Espíritu encadenado, sin saber lo que me ha de acontecer Allí;
 23 salvo que el Espíritu Santo me da testimonio en una ciudad tras otra, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
 24 Sin embargo, no estimo que mi vida sea de Ningún valor ni preciosa para Mí mismo, con tal que acabe mi carrera y el ministerio que Recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
 25 "Ahora, he Aquí yo sé que ninguno de todos vosotros, entre los cuales he pasado predicando el reino, Volverà a ver mi cara.
 26 Por tanto, yo declaro ante vosotros en el Día de hoy que soy limpio de la sangre de todos,
 27 porque no he rehuido el anunciaros todo el consejo de Dios.
 28 Tened cuidado por vosotros mismos y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto como obispos, para pastorear la iglesia del Señor, la cual Adquirió para Sí mediante su propia sangre.
 29 Porque yo sé que después de mi partida Entraràn en medio de vosotros lobos rapaces que no Perdonaràn la vida al rebaño;
 30 y que de entre vosotros mismos se Levantaràn hombres que Hablaràn cosas perversas para descarriar a los Discípulos tras ellos.
 31 Por tanto, velad, Acordàndoos que por tres años, de noche y de Día, no cesé de amonestar con Làgrimas a cada uno.
 32 "Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, a aquel que tiene poder para edificar y para dar herencia entre todos los santificados.
 33 "No he codiciado ni la plata ni el oro ni el vestido de nadie.
 34 Vosotros sabéis que estas manos proveyeron para mis necesidades y para aquellos que estaban conmigo.
 35 En todo os he demostrado que trabajando Así es necesario apoyar a los débiles, y tener presente las palabras del Señor Jesús, que dijo: 'Màs bienaventurado es dar que recibir.'"
 36 Cuando Había dicho estas cosas, se puso de rodillas y Oró con todos ellos.
 37 Entonces hubo gran llanto de todos. Se echaron sobre el cuello de Pablo y le besaban,
 38 lamentando sobre todo por la palabra que Había dicho que ya no Volverían a ver su cara. Y le acompañaron al barco.

 Acts  21

 1 Habiéndonos despedido de ellos, zarpamos y navegamos con rumbo directo a Cos, y al Día siguiente a Rodas, y de Allí a Pàtara.
 2 Hallando un barco que Hacía la Travesía a Fenicia, nos embarcamos y zarpamos.
 3 Después de avistar Chipre y de dejarla a la izquierda, Navegàbamos a Siria y arribamos a Tiro, porque el barco Debía descargar Allí.
 4 Nos quedamos siete Días Allí, ya que hallamos a los Discípulos. Mediante el Espíritu ellos Decían a Pablo que no subiese a Jerusalén.
 5 Cuando se nos pasaron los Días, salimos acompañados por todos con sus mujeres e hijos hasta fuera de la ciudad, y puestos de rodillas en la playa, oramos.
 6 Nos despedimos los unos de los otros y subimos al barco, y ellos volvieron a sus casas.
 7 Habiendo completado la Travesía Marítima desde Tiro, arribamos a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un Día.
 8 Al Día siguiente, partimos y llegamos a Cesarea. Entramos a la casa de Felipe el evangelista, quien era uno de los siete, y nos alojamos con él.
 9 Este Tenía cuatro hijas solteras que profetizaban.
 10 Y mientras Permanecíamos Allí por varios Días, un profeta llamado Agabo Descendió de Judea.
 11 Al llegar a nosotros, Tomó el cinto de Pablo, se Ató los pies y las manos, y dijo: --Esto dice el Espíritu Santo: "Al hombre a quien pertenece este cinto, lo Ataràn Así los Judíos en Jerusalén, y le Entregaràn en manos de los gentiles."
 12 Cuando Oímos esto, nosotros y también los de aquel lugar le rogamos que no subiese a Jerusalén.
 13 Entonces Pablo Respondió: --¿Qué hacéis llorando y Quebrantàndome el Corazón? Porque yo estoy listo no Sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.
 14 Como él no se dejaba persuadir, desistimos diciendo: --Hàgase la voluntad del Señor.
 15 Después de estos Días, habiendo hecho los preparativos, subimos a Jerusalén.
 16 También vinieron con nosotros unos Discípulos de Cesarea, trayendo consigo a un tal Mnasón de Chipre, Discípulo antiguo, en cuya casa nos Hospedaríamos.
 17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron de buena voluntad.
 18 Al Día siguiente, Pablo Entró con nosotros para ver a Jacobo, y todos los ancianos se reunieron.
 19 Después de saludarlos, les contaba una por una todas las cosas que Dios Había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio.
 20 Cuando lo oyeron, glorificaron a Dios. Y le dijeron: --Tú ves, hermano, Cuàntos miles de Judíos hay que han Creído; y todos son celosos por la ley.
 21 Pero se les ha informado acerca de ti, que Tú enseñas a apartarse de Moisés a todos los Judíos que Estàn entre los gentiles, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni anden Según nuestras costumbres.
 22 ¿Qué hay, pues, de esto? Seguramente Oiràn que has venido.
 23 Por tanto, haz esto que te decimos. Entre nosotros hay cuatro hombres que han hecho votos.
 24 Toma contigo a estos hombres, Purifícate con ellos, paga por ellos para que se rapen sus cabezas, y todos Sabràn que no hay nada de lo que se les ha informado acerca de ti, sino que Tú también sigues guardando la ley.
 25 Pero en cuanto a los gentiles que han Creído, nosotros hemos escrito lo que Habíamos decidido: que se abstengan de lo que es ofrecido a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de Fornicación.
 26 Entonces Pablo Tomó consigo a aquellos hombres. Al Día siguiente, después de purificarse con ellos, Entró en el templo para dar aviso del Día en que se Cumpliría la Purificación, cuando se Ofrecería el sacrificio por cada uno de ellos.
 27 Cuando iban a terminar los siete Días, los Judíos de Asia, al verle en el templo, comenzaron a alborotar a todo el pueblo y le echaron mano,
 28 gritando: "¡Hombres de Israel! ¡Ayudad! ¡Este es el hombre que por todas partes anda enseñando a todos contra nuestro pueblo, la ley y este lugar! Y Ademàs de esto, ha metido griegos dentro del templo y ha profanado este lugar santo."
 29 Porque antes Habían visto con él en la ciudad a Trófimo, un efesio, y Suponían que Pablo lo Había metido en el templo.
 30 Así que toda la ciudad se Agitó, y se hizo un tumulto del pueblo. Se apoderaron de Pablo y le arrastraron fuera del templo, y de inmediato las puertas fueron cerradas.
 31 Mientras ellos procuraban matarle, Llegó aviso al tribuno de la Compañía que toda Jerusalén estaba alborotada.
 32 De inmediato, éste Tomó soldados y centuriones, y Bajó corriendo a ellos. Y cuando vieron al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.
 33 Entonces Llegó el tribuno y le Apresó, y Mandó que le atasen con dos cadenas. Preguntó quién era y qué Había hecho;
 34 pero entre la multitud, unos gritaban una cosa y otros, otra. Como él no Podía entender nada de cierto a causa del alboroto, Mandó llevarlo a la fortaleza.
 35 Y Sucedió que cuando Llegó a las gradas, Pablo tuvo que ser llevado en peso por los soldados a causa de la violencia de la multitud;
 36 porque la muchedumbre del pueblo Venía Detràs gritando: "¡Màtale!"
 37 Cuando ya iba a ser metido en la fortaleza, Pablo dijo al tribuno: --¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: --¿Sabes griego?
 38 Entonces, ¿no eres Tú aquel egipcio que Provocó una Sedición antes de estos Días, y Sacó al desierto a cuatro mil hombres de los asesinos?
 39 Entonces dijo Pablo: --A la verdad, yo soy Judío, ciudadano de Tarso de Cilicia, una ciudad no insignificante. Y te ruego, Permíteme hablar al pueblo.
 40 Como él se lo Permitió, Pablo, de pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Hecho un profundo silencio, Comenzó a hablar en hebreo diciendo:

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