cristojesuselsalvador

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domingo, 19 de diciembre de 2010

LUCAS 4

Luke  10

 1 Después de estas cosas, el Señor Designó a otros setenta, a los cuales Envió delante de Sí de dos en dos, a toda ciudad y lugar a donde él Había de ir.
 2 Y les Decía: "A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que Envíe obreros a su mies.
 3 ¡Id! He Aquí yo os Envío como corderos en medio de lobos.
 4 No llevéis bolsa, ni alforjas, ni calzado; ni saludéis a nadie por el camino.
 5 "En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: 'Paz sea a esta casa.'
 6 Si hay Allí un hijo de paz, vuestra paz Reposarà sobre él; pero si no, Volverà a vosotros.
 7 Posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No andéis de casa en casa.
 8 En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan delante.
 9 Sanad a los enfermos que haya Allí y decidles: 'El reino de Dios se ha acercado a vosotros.'
 10 "Pero en cualquier ciudad donde entréis y no os reciban, salid a sus calles y decid:
 11 'Aun el polvo de vuestra ciudad que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado.'
 12 Os digo que en aquel Día Serà Màs tolerable para Sodoma que para aquella ciudad.
 13 "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que han sido realizados en vosotras, desde hace tiempo se Habrían arrepentido sentados en saco y ceniza.
 14 Por lo tanto, en el juicio Serà Màs tolerable para Tiro y Sidón que para vosotras.
 15 Y Tú, Capernaúm, ¿Seràs exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades Seràs hundida!
 16 "El que os escucha me escucha a Mí; el que os rechaza me rechaza a Mí; y el que me rechaza, rechaza al que me Envió."
 17 Los setenta volvieron con gozo, diciendo: --Señor, ¡aun los demonios se nos sujetan en tu nombre!
 18 El les dijo: --Yo Veía a Satanàs caer del cielo como un rayo.
 19 He Aquí, os doy autoridad de pisar serpientes, escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo; y nada os Dañarà.
 20 Sin embargo, no os regocijéis de esto, de que los Espíritus se os sujeten; sino regocijaos de que vuestros nombres Estàn inscritos en los cielos.
 21 En aquella misma hora Jesús se Regocijó en el Espíritu Santo y dijo: "Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque Así te Agradó.
 22 "Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar."
 23 Volviéndose a los Discípulos les dijo aparte: --Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis.
 24 Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y Oír lo que Oís, y no lo oyeron.
 25 Y he Aquí, cierto maestro de la ley se Levantó para probarle, diciendo: --Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?
 26 Y él le dijo: --¿Qué Està escrito en la ley? ¿Cómo lees?
 27 El le Respondió diciendo: --Amaràs al Señor tu Dios con todo tu Corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu Prójimo como a ti mismo.
 28 Le dijo: --Has respondido bien. Haz esto y Viviràs.
 29 Pero él, queriendo justificarse, Preguntó a Jesús: --¿Y quién es mi Prójimo?
 30 Respondiendo Jesús dijo: --Cierto hombre Descendía de Jerusalén a Jericó y Cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, Dejàndole medio muerto.
 31 Por casualidad, Descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, Pasó de largo.
 32 De igual manera, un levita también Llegó al lugar; y al ir y verle, Pasó de largo.
 33 Pero cierto samaritano, que iba de viaje, Llegó cerca de él; y al verle, fue movido a misericordia.
 34 Acercàndose a él, Vendó sus heridas, Echàndoles aceite y vino. Y poniéndole sobre su propia cabalgadura, le Llevó a un Mesón y Cuidó de él.
 35 Al Día siguiente, Sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de Màs, yo te lo pagaré cuando vuelva."
 36 ¿Cuàl de estos tres te parece haber sido el Prójimo de aquel que Cayó en manos de ladrones?
 37 El dijo: --El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: --Vé y haz Tú lo mismo.
 38 Prosiguiendo ellos su camino, él Entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le Recibió en su casa.
 39 Esta Tenía una hermana que se llamaba María, la cual se Sentó a los pies del Señor y escuchaba su palabra.
 40 Pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres, y Acercàndose dijo: --Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado servir sola? Dile, pues, que me ayude.
 41 Pero respondiendo el Señor le dijo: --Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas.
 42 Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le Serà quitada.

 Luke  11

 1 Aconteció que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando Terminó, uno de sus Discípulos le dijo: --Señor, enséñanos a orar, como también Juan Enseñó a sus Discípulos.
 2 El les dijo: --Cuando oréis, decid: "Padre nuestro que Estàs en los cielos: Santificado sea tu nombre; venga tu reino; sea hecha tu voluntad, como en el cielo, Así también en la tierra.
 3 el pan nuestro de cada Día, Dànoslo hoy;
 4 y Perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en Tentación, mas Líbranos del mal."
 5 Les dijo también: --Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo y va a él a la medianoche y le dice: "Amigo, préstame tres panes,
 6 porque ha llegado a Mí un amigo de viaje, y no tengo nada que poner delante de él."
 7 ¿Le Responderà aquél desde adentro: "No me molestes; ya Està cerrada la puerta, y mis niños Estàn conmigo en la cama; no puedo levantarme para Dàrtelos"?
 8 Os digo que, aunque no se levante a Dàrselos por ser su amigo, ciertamente por la insistencia de aquél se Levantarà y le Darà todo lo que necesite.
 9 Y yo os digo: Pedid, y se os Darà; buscad y hallaréis; llamad, y se os Abrirà.
 10 Porque todo aquel que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le Abrirà.
 11 ¿Qué padre de entre vosotros, si su hijo le pide pescado, en lugar de pescado le Darà una serpiente?
 12 O si le pide un huevo, ¿le Darà un Escorpión?
 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¿Cuànto Màs vuestro Padre celestial Darà el Espíritu Santo a los que le pidan?
 14 Jesús estaba echando fuera un demonio que era mudo. Y Aconteció que, cuando Salió el demonio, el mudo Habló. Las muchedumbres se asombraron,
 15 pero algunos de ellos dijeron: --Por Beelzebul, el Príncipe de los demonios, echa fuera a los demonios.
 16 Otros, para probarle, Pedían de él una señal del cielo.
 17 Pero como Conocía los razonamientos de ellos, les dijo: --Todo reino dividido contra Sí mismo Està arruinado, y cae casa sobre casa.
 18 Y si Satanàs Està dividido contra Sí mismo, ¿Cómo Permanecerà en pie su reino? Pues Decís que por Beelzebul yo echo fuera los demonios.
 19 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebul, ¿por quién los echan fuera vuestros hijos? Por tanto, ellos Seràn vuestros jueces.
 20 Pero si por el dedo de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
 21 Cuando el hombre fuerte y armado guarda su propia casa, sus posesiones Estàn en paz.
 22 Pero si viene uno Màs fuerte que él y le vence, le toma todas sus armas en que confiaba y reparte sus despojos.
 23 El que no Està conmigo, contra Mí Està; y el que conmigo no recoge, desparrama.
 24 Cuando el Espíritu inmundo ha salido de un hombre, anda por lugares secos buscando reposo, y al no hallarlo, dice: "Volveré a mi casa de donde Salí."
 25 Y cuando regresa, la halla barrida y adornada.
 26 Entonces va y trae otros siete Espíritus peores que él. Y después de entrar, habitan Allí; y el estado final de aquel hombre llega a ser peor que el primero.
 27 Mientras él Decía estas cosas, Aconteció que una mujer de entre la multitud Levantó la voz y le dijo: --¡Bienaventurado el vientre que te Llevó y los pechos que mamaste!
 28 Y él dijo: --Màs bien, bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios y la guardan.
 29 Y Apiñàndose las multitudes, él Comenzó a decir: "Esta Generación es una Generación malvada. Pide señal, y no le Serà dada ninguna señal, sino la señal de Jonàs.
 30 Porque como Jonàs fue señal para los habitantes de Nínive, Así también lo Serà el Hijo del Hombre para esta Generación.
 31 La reina del Sur se Levantarà en el juicio contra los hombres de esta Generación y los Condenarà, porque vino de los confines de la tierra para Oír la Sabiduría de Salomón. ¡Y he Aquí uno mayor que Salomón Està en este lugar!
 32 Los hombres de Nínive se Levantaràn en el juicio contra esta Generación y la Condenaràn, porque ellos se arrepintieron ante la Predicación de Jonàs. ¡Y he Aquí uno mayor que Jonàs Està en este lugar!
 33 "Al encender una Làmpara nadie la pone en oculto, ni debajo de un Cajón, sino sobre un candelero para que todos los que entren vean la luz.
 34 La Làmpara de tu cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo Està sano, también todo tu cuerpo Està lleno de luz. Pero cuando es malo, también tu cuerpo Està en tinieblas.
 35 Mira, pues, no sea que la luz que hay en ti sea tinieblas.
 36 Así que, si todo tu cuerpo Està lleno de luz y no tiene ninguna parte oscura, Estarà todo lleno de luz como cuando una Làmpara te alumbra con su resplandor."
 37 Cuando Jesús Acabó de hablar, un fariseo le Rogó que comiese con él; y habiendo entrado Jesús en su casa, se Sentó a la mesa.
 38 Y el fariseo se Asombró al ver que no se Lavó antes de comer.
 39 Entonces el Señor le dijo: --Vosotros los fariseos Limpiàis el exterior de la copa o del plato, pero vuestro interior Està lleno de rapiña y de maldad.
 40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera no hizo también lo de dentro?
 41 Pero dad con misericordia de las cosas que Estàn dentro, y he Aquí, todas las cosas os Seràn limpias.
 42 ¡Ay de vosotros, fariseos! Porque Diezmàis la menta, la ruda y toda hortaliza, pero Pasàis por alto el juicio y el amor de Dios. Es necesario hacer estas cosas, sin pasar por alto aquéllas.
 43 ¡Ay de vosotros, fariseos! Porque Amàis los primeros asientos en las sinagogas y las salutaciones en las plazas.
 44 ¡Ay de vosotros! Porque sois como sepulcros ocultos, y los hombres que andan por encima no lo saben.
 45 Respondió uno de los maestros de la ley y le dijo: --Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.
 46 Y él le dijo: --¡Ay de vosotros también, maestros de la ley! Porque imponéis a los hombres cargas que no pueden llevar, pero vosotros mismos no las Tocàis ni aun con uno de vuestros dedos.
 47 ¡Ay de vosotros! Porque Edificàis los sepulcros de los profetas, pero vuestros padres los mataron.
 48 Con eso, sois testigos y Consentís en los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, pero vosotros Edificàis sus sepulcros.
 49 Por esto, la Sabiduría de Dios también dijo: "Les enviaré profetas y Apóstoles; y de ellos, a unos Mataràn y a otros Perseguiràn;"
 50 para que de esta Generación sea demandada la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la Fundación del mundo;
 51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, quien Pereció entre el altar y el santuario. Así os digo, la sangre de ellos Serà demandada de esta Generación.
 52 ¡Ay de vosotros, maestros de la ley! Porque habéis quitado la llave del conocimiento. Vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo habéis impedido.
 53 Cuando Salió de Allí, los escribas y los fariseos comenzaron a presionarle mucho y a provocarle a que hablase de muchas cosas,
 54 Acechàndole para cazar algo de su boca.

 Luke  12

 1 En esto, habiéndose juntado una multitud de miles y miles, tanto que se pisoteaban unos a otros, él Comenzó a decir primeramente a sus Discípulos: "Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la Hipocresía.
 2 Porque no hay nada encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de ser conocido.
 3 Màs bien, las cosas que habéis dicho en las tinieblas Seràn Oídas en la luz, y lo que habéis hablado al Oído en las habitaciones Serà pregonado en las azoteas.
 4 "Y os digo a vosotros mis amigos: No Temàis a los que matan el cuerpo, y después no tienen nada peor que hacer.
 5 Pero yo os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que, después de haber dado muerte, tiene poder de echar en el infierno. Sí, os digo: A éste temed.
 6 ¿No se venden cinco pajaritos por dos cuartos? Pues ni uno de ellos Està olvidado delante de Dios.
 7 Pero aun los cabellos de vuestra cabeza Estàn todos contados. No Temàis; Màs valéis vosotros que muchos pajaritos.
 8 "Os digo que todo aquel que me confiese delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le Confesarà delante de los àngeles de Dios;
 9 pero el que me niegue delante de los hombres Serà negado delante de los àngeles de Dios.
 10 A todo aquel que diga palabra en contra del Hijo del Hombre, le Serà perdonado; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no le Serà perdonado.
 11 "Cuando os lleven a las sinagogas y a los magistrados y autoridades, no estéis preocupados de Cómo o qué responderéis, o qué habréis de decir.
 12 Porque el Espíritu Santo os Enseñarà en aquella hora lo que se debe decir."
 13 Le dijo uno de la multitud: --Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.
 14 Y él le dijo: --Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o repartidor sobre vosotros?
 15 Y les dijo: --Mirad, guardaos de toda codicia, porque la vida de uno no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
 16 Entonces les Refirió una Paràbola, diciendo: --Las tierras de un hombre rico Habían producido mucho.
 17 Y él razonaba dentro de Sí, diciendo: "¿Qué haré? Porque ya no tengo Dónde juntar mis productos."
 18 Entonces dijo: "¡Esto haré! Derribaré mis graneros y edificaré otros Màs grandes. Allí juntaré todo mi grano y mis bienes,
 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, alégrate."
 20 Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿para quién Serà?"
 21 Así es el que hace tesoro para Sí y no es rico para con Dios.
 22 Dijo a sus Discípulos: --Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
 23 La vida es Màs que el alimento, y el cuerpo es Màs que el vestido.
 24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan, ni tienen almacenes ni graneros; y Dios los alimenta. ¡Cuànto Màs valéis vosotros que las aves!
 25 ¿Quién de vosotros Podrà, con afanarse, añadir un codo a su estatura?
 26 Pues si no podéis lo que es menos, ¿por qué Estàis afanosos de lo Demàs?
 27 Considerad los lirios, Cómo crecen. No trabajan, ni hilan; y os digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos.
 28 Si Dios viste Así la hierba, que hoy Està en el campo y mañana es echada en el horno, ¡Cuànto Màs Harà por vosotros, hombres de poca fe!
 29 Vosotros, pues, no busquéis qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni estéis ansiosos.
 30 Porque todas estas cosas busca la gente del mundo; pero vuestro Padre sabe que Necesitàis estas cosas.
 31 Màs bien, buscad su reino, y estas cosas os Seràn añadidas.
 32 No Temàis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
 33 Vended vuestros bienes y dad ofrendas de misericordia. Haceos bolsas que no se envejecen, un tesoro inagotable en los cielos, donde no se acerca el Ladrón, ni la polilla destruye.
 34 Porque donde esté vuestro tesoro, Allí también Estarà vuestro Corazón.
 35 Estén ceñidos vuestros lomos y encendidas vuestras Làmparas.
 36 Y sed vosotros semejantes a los siervos que esperan a su señor cuando ha de volver de las bodas, para que le abran al instante en que llegue y llame.
 37 Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor les encuentre velando cuando llegue. De cierto os digo que se Ceñirà y Harà que se sienten a la mesa, y viniendo les Servirà.
 38 Aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los halla Así, ¡bienaventurados aquellos siervos!
 39 Sabed que si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora Habría de venir el Ladrón, no Habría permitido que forzara la entrada a su casa.
 40 Vosotros también estad preparados, porque a la hora que no penséis, Vendrà el Hijo del Hombre.
 41 Entonces Pedro le dijo: --Señor, ¿dices esta Paràbola para nosotros, o también para todos?
 42 Y dijo el Señor: --¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente, a quien el señor Pondrà sobre los de su casa para que les dé sus raciones a su debido tiempo?
 43 Bienaventurado Serà aquel siervo a quien, cuando su señor venga, le encuentre haciéndolo Así.
 44 En verdad os digo que le Pondrà sobre todos sus bienes.
 45 Pero si aquel siervo dice en su Corazón: "Mi señor tarda en venir" y comienza a golpear a los siervos y a las siervas, y a comer y a beber y a embriagarse,
 46 Vendrà el señor de aquel siervo en el Día que no espera y a la hora que no sabe, y le Castigarà duramente y Pondrà su parte con los incrédulos.
 47 Porque aquel siervo que Entendió la voluntad de su señor y no se Preparó ni hizo conforme a su voluntad, Recibirà muchos azotes.
 48 Pero el que no Entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, Recibirà pocos azotes. Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se Demandarà de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le Pedirà Màs.
 49 He venido a echar fuego en la tierra. ¡Y Cómo quisiera que ya estuviese encendido!
 50 Tengo un bautismo con que ser bautizado, ¡y Cómo me angustio hasta que se cumpla!
 51 ¿Pensàis que he venido a dar paz en la tierra? ¡Os digo que no, sino a causar División!
 52 Porque de Aquí en adelante cinco en una casa Estaràn divididos: tres contra dos y dos contra tres.
 53 El padre Estarà dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
 54 Decía también a las multitudes: --Cuando veis la nube que sale del poniente, luego Decís: "Va a llover." Y Así sucede.
 55 Cuando sopla el viento del sur, Decís: "Harà calor." Y lo hace.
 56 ¡Hipócritas! Sabéis interpretar el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y Cómo no sabéis interpretar este tiempo?
 57 ¿Por qué no Juzgàis vosotros mismos lo que es justo?
 58 Pues cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura con diligencia arreglarte con él en el camino, no sea que te arrastre al juez y el juez te entregue al Policía, y el Policía te meta en la Càrcel.
 59 Te digo que no Saldràs de Allí hasta que hayas pagado la última blanca.

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