cristojesuselsalvador

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jueves, 23 de diciembre de 2010

LUCAS 6

Luke  18

 1 Les Refirió también una Paràbola acerca de la necesidad de orar siempre y no desmayar.
 2 Les dijo: "En cierta ciudad Había un juez que ni Temía a Dios ni respetaba al hombre.
 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual Venía a él diciendo: 'Hazme justicia contra mi adversario.'
 4 El no quiso por Algún tiempo, pero después se dijo a Sí mismo: 'Aunque ni temo a Dios ni respeto al hombre,
 5 le haré justicia a esta viuda, porque no me deja de molestar; para que no venga continuamente a cansarme.'"
 6 Entonces dijo el Señor: "Oíd lo que dice el juez injusto.
 7 ¿Y Dios no Harà justicia a sus escogidos que claman a él de Día y de noche? ¿Les Harà esperar?
 8 Os digo que los Defenderà pronto. Sin embargo, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿Hallarà fe en la tierra?"
 9 Dijo también esta Paràbola a unos que confiaban en Sí mismos como que eran justos y menospreciaban a los Demàs:
 10 "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; y el otro, publicano.
 11 El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta manera: 'Dios, te doy gracias que no soy como los Demàs hombres: ladrones, injustos, Adúlteros, ni aun como este publicano.
 12 Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.'
 13 Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no Quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: 'Dios, sé propicio a Mí, que soy pecador.'
 14 Os digo que éste Descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece Serà humillado, y el que se humilla Serà enaltecido."
 15 También le presentaban los niños pequeños para que los tocase. Y los Discípulos, al ver esto, les Reprendían.
 16 Pero Jesús los Llamó diciendo: "Dejad a los niños venir a Mí y no les Impidàis, porque de los tales es el reino de Dios.
 17 De cierto os digo que cualquiera que no reciba el reino de Dios como un niño, Jamàs Entrarà en él."
 18 Le Preguntó cierto hombre principal, diciendo: --Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna?
 19 Y Jesús le dijo: --¿Por qué me llamas "bueno"? Ninguno es bueno, sino Sólo uno, Dios.
 20 Tú conoces los mandamientos: No cometas adulterio, no cometas homicidio, no robes, no digas falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.
 21 Entonces él dijo: --Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
 22 Jesús, al Oírlo, le dijo: --Aún te falta una cosa: Vende todo lo que tienes y Repàrtelo a los pobres, y Tendràs tesoro en el cielo; y ven, Sígueme.
 23 Entonces él, al Oír estas cosas, se Entristeció mucho, porque era muy rico.
 24 Jesús, al ver que se Había entristecido mucho, dijo: --¡Cuàn Difícilmente Entraràn en el reino de Dios los que tienen riquezas!
 25 Porque Màs Fàcil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.
 26 Los que oyeron esto dijeron: --¿Y quién Podrà ser salvo?
 27 El les dijo: --Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
 28 Entonces Pedro dijo: --He Aquí, nosotros hemos dejado lo nuestro y te hemos seguido.
 29 Y él les dijo: --De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por causa del reino de Dios,
 30 que no haya de recibir Muchísimo Màs en este tiempo, y en la edad venidera, la vida eterna.
 31 Jesús, tomando a los doce, les dijo: --He Aquí subimos a Jerusalén, y se Cumpliràn todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.
 32 Porque Serà entregado a los gentiles, y Serà escarnecido, injuriado y escupido.
 33 Después que le hayan azotado, le Mataràn; pero al tercer Día Resucitarà.
 34 Sin embargo, ellos no Entendían nada de esto. Esta palabra les estaba encubierta, y no Entendían lo que se les Decía.
 35 Aconteció, al acercarse Jesús a Jericó, que un ciego estaba sentado junto al camino, mendigando.
 36 Este, como Oyó pasar a la multitud, Preguntó qué era aquello.
 37 Y le dijeron que pasaba Jesús de Nazaret.
 38 Entonces él Gritó diciendo: --¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de Mí!
 39 Los que iban delante le Reprendían para que se callase, pero él clamaba con mayor insistencia: --¡Hijo de David, ten misericordia de Mí!
 40 Entonces Jesús se detuvo, Mandó que se lo trajesen; y cuando Llegó, le Preguntó
 41 diciendo: --¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: --Señor, que yo recobre la vista.
 42 Jesús le dijo: --Recobra la vista; tu fe te ha salvado.
 43 Inmediatamente Recobró la vista y le Seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo al ver esto dio alabanza a Dios.

 Luke  19

 1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, pasaba por la ciudad.
 2 Y he Aquí, un hombre llamado Zaqueo, que era un principal de los publicanos y era rico,
 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no Podía a causa de la multitud, porque era pequeño de estatura.
 4 Entonces Corrió delante y Subió a un àrbol Sicómoro para verle, pues Había de pasar por Allí.
 5 Cuando Jesús Llegó a aquel lugar, alzando la vista le vio y le dijo: --Zaqueo, date prisa, desciende; porque hoy es necesario que me quede en tu casa.
 6 Entonces él Descendió aprisa y le Recibió gozoso.
 7 Al ver esto, todos murmuraban diciendo que Había entrado a alojarse en la casa de un hombre pecador.
 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: --He Aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
 9 Jesús le dijo: --Hoy ha venido la Salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham.
 10 Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se Había perdido.
 11 Oyendo ellos estas cosas, Prosiguió Jesús y dijo una Paràbola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén y porque ellos pensaban que inmediatamente Habría de ser manifestado el reino de Dios.
 12 Dijo, pues: "Cierto hombre de noble estirpe Partió a un País lejano para recibir un reino y volver.
 13 Entonces Llamó a diez siervos suyos y les dio diez minas, diciéndoles: 'Negociad hasta que yo venga.'
 14 "Pero sus ciudadanos le Aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: 'No queremos que éste reine sobre nosotros.'
 15 "Aconteció que cuando él Volvió después de haber tomado el reino, Mandó llamar ante Sí a aquellos siervos a los cuales Había dado el dinero, para saber lo que Habían negociado.
 16 Vino el primero y dijo: 'Señor, tu mina ha producido diez minas.'
 17 Y él le dijo: 'Muy bien, buen siervo; puesto que en lo poco has sido fiel, Tendràs autoridad sobre diez ciudades.'
 18 Vino el segundo y dijo: 'Señor, tu mina ha hecho cinco minas.'
 19 También a éste le dijo: 'Tú también Estaràs sobre cinco ciudades.'
 20 Y vino otro y dijo: 'Señor, he Aquí tu mina, la cual he guardado en un pañuelo.
 21 Porque tuve miedo de ti, que eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste y cosechas lo que no sembraste.'
 22 Entonces él le dijo: '¡Mal siervo, por tu boca te juzgo! Sabías que yo soy hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré.
 23 ¿Por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al venir yo lo cobrara junto con los intereses?'
 24 Y dijo a los que estaban presentes: 'Quitadle la mina y dadla al que tiene diez minas.'
 25 Ellos le dijeron: 'Señor, él ya tiene diez minas.'
 26 El Respondió: 'Pues yo os digo que a todo el que tiene, le Serà dado; pero al que no tiene, aun lo que tiene le Serà quitado.
 27 Pero, en cuanto a aquellos enemigos Míos que no Querían que yo reinara sobre ellos, traedlos Acà y degolladlos en mi presencia.'"
 28 Después de decir esto, iba delante subiendo a Jerusalén.
 29 Y Aconteció que llegando cerca de Betfagé y Betania, al monte que se llama de los Olivos, Envió a dos de sus Discípulos,
 30 diciendo: --Id a la aldea de enfrente, y cuando entréis en ella, hallaréis atado un borriquillo, en el cual Ningún hombre ha montado Jamàs. Desatadlo y traedlo.
 31 Si alguien os pregunta: "¿Por qué lo Desatàis?", le responderéis Así: "Porque el Señor lo necesita."
 32 Los que Habían sido enviados fueron y hallaron como Había dicho.
 33 Cuando desataban el borriquillo, sus dueños les dijeron: --¿Por qué Desatàis el borriquillo?
 34 Y ellos dijeron: --Porque el Señor lo necesita.
 35 Trajeron el borriquillo a Jesús, y echando sobre él sus mantos, hicieron que Jesús montara encima.
 36 Y mientras él avanzaba, Tendían sus mantos por el camino.
 37 Cuando ya llegaba él cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los Discípulos, Gozàndose, Comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que Habían visto.
 38 Ellos Decían: --¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo, y gloria en las alturas!
 39 Entonces, algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: --Maestro, reprende a tus Discípulos.
 40 El Respondió diciéndoles: --Os digo que si éstos callan, las piedras Gritaràn.
 41 Cuando Llegó cerca, al ver la ciudad, Lloró por ella
 42 diciendo: --¡Oh, si conocieses Tú también, por lo menos en éste tu Día, lo que conduce a tu paz! Pero ahora Està encubierto a tus ojos.
 43 Porque Vendràn sobre ti Días en que tus enemigos te Rodearàn con baluarte y te Pondràn sitio, y por todos lados te Apretaràn.
 44 Te Derribaràn a tierra, y a tus hijos dentro de ti. No Dejaràn en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu Visitación.
 45 Cuando Entró en el templo, Comenzó a echar fuera a los que Vendían,
 46 diciéndoles: --Escrito Està: ¡Mi casa es casa de Oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones!
 47 Enseñaba cada Día en el templo, pero los principales sacerdotes y los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle.
 48 Pero no hallaban manera de hacerle algo, porque el pueblo le escuchaba con mucha Atención.

 Luke  20

 1 Aconteció un Día que estando Jesús enseñando al pueblo en el templo y anunciando el evangelio, se le acercaron los principales sacerdotes y los escribas con los ancianos,
 2 y le hablaron diciendo: --Dinos, ¿con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién es el que te dio esta autoridad?
 3 Entonces Respondió y les dijo: --Yo os haré también una pregunta. Respondedme:
 4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?
 5 Ellos razonaban entre Sí diciendo: --Si decimos "del cielo", Dirà: "¿Por qué, pues, no le Creísteis?"
 6 Y si decimos "de los hombres", todo el pueblo nos Apedrearà, porque Estàn convencidos de que Juan era profeta.
 7 Respondieron, pues, que no Sabían de Dónde era.
 8 Entonces Jesús les dijo: --Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
 9 Entonces Comenzó a decir al pueblo esta Paràbola: --Cierto hombre Plantó una viña, la Arrendó a unos labradores y se fue lejos por mucho tiempo.
 10 A su debido tiempo Envió un siervo a los labradores para que le diesen del fruto de la viña. Pero los labradores le golpearon y le enviaron con las manos Vacías.
 11 Y Volvió a enviar otro siervo, pero también a éste, Golpeàndole y Afrentàndole, le enviaron con las manos Vacías.
 12 Volvió a enviar un tercer siervo, pero también a éste echaron, herido.
 13 Entonces el señor de la viña dijo: "¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; Quizàs a éste le Tendràn respeto."
 14 Pero los labradores, al verle, razonaron entre Sí diciendo: "Este es el heredero. Matémosle, para que la heredad sea nuestra."
 15 Y Echàndole fuera de la viña, le mataron. ¿Qué, pues, les Harà el señor de la viña?
 16 Vendrà y Destruirà a estos labradores y Darà su viña a otros. Cuando ellos lo oyeron, dijeron: --¡Nunca suceda tal cosa!
 17 Pero él, Miràndolos, les dijo: --¿Qué, pues, es esto que Està escrito: La piedra que desecharon los edificadores, ésta fue hecha cabeza del àngulo?
 18 Cualquiera que caiga sobre aquella piedra Serà quebrantado, y Desmenuzarà a cualquiera sobre quien ella caiga.
 19 En aquella hora los principales sacerdotes y los escribas procuraban echarle mano, porque entendieron que contra ellos Había dicho esta Paràbola; pero temieron al pueblo.
 20 Entonces Acechàndole, enviaron Espías que simulasen ser justos, a fin de sorprenderle en sus palabras, y Así entregarle al poder y autoridad del procurador.
 21 Estos le preguntaron diciendo: --Maestro, sabemos que dices y enseñas bien, y que no haces Distinción entre personas, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.
 22 ¿Nos es Lícito dar tributo al César, o no?
 23 Pero él, entendiendo la astucia de ellos, les dijo:
 24 --Mostradme un denario. ¿De quién es la imagen y la Inscripción que tiene? Y ellos dijeron: --Del César.
 25 Entonces les dijo: --Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
 26 Y no pudieron sorprenderle en ninguna palabra delante del pueblo. Màs bien callaron, maravillados de su respuesta.
 27 Se acercaron algunos de los saduceos, que niegan que haya Resurrección, y le preguntaron
 28 diciendo: --Maestro, Moisés nos Escribió: Si el hermano de alguno muere dejando mujer, y él no deja hijos, su hermano tome la mujer y levante descendencia a su hermano.
 29 Había, pues, siete hermanos. El primero Tomó mujer, y Murió sin dejar hijos.
 30 También el segundo.
 31 Y la Tomó el tercero, y de la misma manera también todos los siete, y murieron sin tener hijos.
 32 Por último, Murió también la mujer.
 33 En la Resurrección, puesto que los siete la tuvieron por mujer, ¿de Cuàl de ellos Serà mujer?
 34 Entonces respondiendo Jesús les dijo: --Los hijos de este mundo se casan y se dan en casamiento.
 35 Pero los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel mundo venidero y la Resurrección de los muertos no se casan, ni se dan en casamiento.
 36 Porque ya no pueden morir, pues son como los àngeles, y son también hijos de Dios, siendo hijos de la Resurrección.
 37 Y con respecto a que los muertos han de resucitar, también Moisés lo Mostró en el relato de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
 38 Pues Dios no es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos viven.
 39 Le respondieron algunos de los escribas, diciendo: --Maestro, bien has dicho.
 40 Y no se atrevieron a preguntarle Màs.
 41 El les dijo: --¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?
 42 Porque el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi diestra,
 43 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies."
 44 Así que David le llama "Señor"; ¿Cómo es, pues, su hijo?
 45 Cuando todo el pueblo le escuchaba, dijo a sus Discípulos:
 46 --Guardaos de los escribas, a quienes les gusta andar con ropas largas, que aman las salutaciones en las plazas, las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en los banquetes.
 47 Estos, que devoran las casas de las viudas y como pretexto hacen largas oraciones, Recibiràn mayor Condenación.

 Luke  21

 1 Alzando la mirada, Jesús vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca del tesoro.
 2 Vio también a una viuda pobre que echaba Allí dos blancas.
 3 Entonces dijo: --De cierto os digo que esta viuda pobre Echó Màs que todos.
 4 Porque todos éstos de su abundancia echaron a las ofrendas; pero ésta, de su pobreza, Echó todo el sustento que Tenía.
 5 Hablando algunos acerca del templo Decían que estaba adornado con hermosas piedras y con ofrendas votivas, él dijo:
 6 --En cuanto a estas cosas que veis, Vendràn Días cuando no Quedarà piedra sobre piedra que no sea derribada.
 7 Entonces le preguntaron diciendo: --Maestro, ¿Cuàndo Serà esto? ¿Qué señal Habrà cuando estas cosas estén por suceder?
 8 Entonces él dijo: --Mirad que no Seàis engañados, porque Vendràn muchos en mi nombre, diciendo: "Yo soy", y "El tiempo Està cerca." No Vayàis en pos de ellos.
 9 Y cuando Oigàis de guerras y de revoluciones, no os atemoricéis. Porque es necesario que estas cosas acontezcan primero, pero el fin no Serà de inmediato.
 10 --Entonces dijo--: Se Levantarà Nación contra Nación y reino contra reino.
 11 Habrà grandes terremotos, hambres y pestilencias en varios lugares. Habrà terror y grandes señales del cielo.
 12 Pero antes de estas cosas os Echaràn mano y os Perseguiràn. Os Entregaràn a las sinagogas y os Meteràn en las Càrceles, y seréis llevados delante de los reyes y gobernantes por causa de mi nombre.
 13 Esto os Servirà para dar testimonio.
 14 Decidid, pues, en vuestros corazones no pensar de antemano Cómo habéis de responder.
 15 Porque yo os daré boca y Sabiduría, a la cual no Podràn resistir ni contradecir todos los que se os opongan.
 16 Y seréis entregados aun por vuestros padres, hermanos, parientes y amigos; y Haràn morir a algunos de vosotros.
 17 Seréis aborrecidos por todos a causa de mi nombre,
 18 pero ni un solo cabello de vuestra cabeza Perecerà.
 19 Por vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas.
 20 Cuando Veàis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed entonces que ha llegado su Destrucción.
 21 Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; los que estén en medio de la ciudad, salgan; y los que estén en los campos, no entren en ella.
 22 Porque éstos son Días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que Estàn escritas.
 23 ¡Ay de las que estén encintas y de las que Críen en aquellos Días! Porque Habrà grande calamidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo.
 24 Caeràn a filo de espada y Seràn llevados cautivos a todas las naciones. Jerusalén Serà pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles.
 25 Entonces Habrà señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra Habrà angustia de las naciones por la Confusión ante el rugido del mar y del oleaje.
 26 Los hombres se Desmayaràn a causa del terror y de la Expectación de las cosas que Sobrevendràn al mundo habitado, porque los poderes de los cielos Seràn sacudidos.
 27 Entonces Veràn al Hijo del Hombre viniendo en una nube, con poder y gran gloria.
 28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, mirad y levantad vuestras cabezas; porque vuestra Redención Està cerca.
 29 Y les dijo una Paràbola: --Mirad la higuera y todos los àrboles.
 30 Cuando veis que ya brotan, vosotros entendéis que el verano ya Està cerca.
 31 Así también vosotros, cuando Veàis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios Està cerca.
 32 De cierto os digo que no Pasarà esta Generación hasta que todo suceda.
 33 El cielo y la tierra Pasaràn, pero mis palabras no Pasaràn.
 34 Mirad por vosotros, que vuestros corazones no estén cargados de Glotonería, de embriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y que aquel Día venga sobre vosotros de repente como una trampa;
 35 porque Vendrà sobre todos los que habitan sobre la superficie de toda la tierra.
 36 Velad, pues, en todo tiempo, orando que Tengàis fuerzas para escapar de todas estas cosas que han de suceder, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
 37 Pasaba los Diàs enseñando en el templo, y saliendo al anochecer Permanecía en el monte que se llama de los Olivos.
 38 Y todo el pueblo Venía a él desde temprano para Oírle en el templo.

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