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viernes, 3 de diciembre de 2010

MATEO 5


Matthew  24

 1 Cuando Jesús Salió y se iba del templo, se le acercaron sus Discípulos para mostrarle los edificios del templo.
 2 Y él respondiendo les dijo: --¿No veis todo esto? De cierto os digo que Aquí no Quedarà piedra sobre piedra que no sea derribada.
 3 Estando él sentado en el monte de los Olivos, sus Discípulos se acercaron a él aparte, y le dijeron: --Dinos, ¿Cuàndo Sucederàn estas cosas? ¿Y qué señal Habrà de tu venida y del fin del mundo?
 4 Respondió Jesús y les dijo: --Mirad que nadie os engañe;
 5 porque muchos Vendràn en mi nombre diciendo: "Yo soy el Cristo", y Engañaràn a muchos.
 6 Oiréis de guerras y de rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que esto acontezca; pero Todavía no es el fin.
 7 Porque se Levantarà Nación contra Nación y reino contra reino. Habrà hambre y terremotos por todas partes.
 8 Pues todas estas cosas son principio de dolores.
 9 Entonces os Entregaràn a Tribulación y os Mataràn, y seréis aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.
 10 Entonces muchos Tropezaràn; y se Traicionaràn unos a otros, y se Aborreceràn unos a otros.
 11 Muchos falsos profetas se Levantaràn y Engañaràn a muchos;
 12 y por haberse multiplicado la maldad, se Enfriarà el amor de muchos.
 13 Pero el que persevere hasta el fin Serà salvo.
 14 Y este evangelio del reino Serà predicado en todo el mundo para testimonio a todas las razas, y luego Vendrà el fin.
 15 Por tanto, cuando Veàis establecida en el lugar santo la Abominación desoladora, de la cual Habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
 16 entonces los que estén en Judea huyan a los montes.
 17 El que esté en la azotea no descienda para sacar algo de su casa,
 18 y el que esté en el campo no vuelva Atràs a tomar su manto.
 19 ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que Críen en aquellos Días!
 20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en Sàbado;
 21 porque entonces Habrà gran Tribulación como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni Habrà Jamàs.
 22 Si aquellos Días no fuesen acortados, no se Salvaría nadie; pero por causa de los escogidos, aquellos Días Seràn acortados.
 23 Entonces, si alguien os dice: "Mirad, Aquí Està el Cristo", o "Està Acà", no le Creàis.
 24 Porque se Levantaràn falsos cristos y falsos profetas, y Daràn grandes señales y maravillas de tal manera que Engañaràn, de ser posible, aun a los escogidos.
 25 ¡Mirad! Os lo he dicho de antemano.
 26 Así que, si os dicen: "Mirad, Està en el desierto", no Salgàis; o "Mirad, Està en las habitaciones interiores", no lo Creàis.
 27 Porque Así como el Relàmpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, Así Serà la venida del Hijo del Hombre.
 28 Porque donde esté el Cadàver, Allí se Juntaràn los buitres.
 29 Pero inmediatamente después de la Tribulación de aquellos Días, el sol se Oscurecerà, y la luna no Darà su resplandor. Las estrellas Caeràn del cielo y los poderes de los cielos Seràn sacudidos.
 30 Entonces se Manifestarà la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y en ese tiempo Haràn duelo todas las tribus de la tierra, y Veràn al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
 31 El Enviarà a sus àngeles con un gran sonar de trompeta, y ellos Reuniràn a los escogidos de él de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
 32 De la higuera aprended la Analogía: Cuando su rama ya Està tierna y brotan sus hojas, sabéis que el verano Està cerca.
 33 Así también vosotros, cuando Veàis todas estas cosas, sabed que Està cerca, a las puertas.
 34 De cierto os digo que no Pasarà esta Generación hasta que todas estas cosas sucedan.
 35 El cielo y la tierra Pasaràn, pero mis palabras no Pasaràn.
 36 Pero acerca de aquel Día y hora, nadie sabe; ni siquiera los àngeles de los cielos, ni aun el Hijo, sino Sólo el Padre.
 37 Porque como en los Días de Noé, Así Serà la venida del Hijo del Hombre.
 38 Pues como en aquellos Días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, Casàndose y Dàndose en casamiento hasta el Día en que Noé Entró en el arca,
 39 y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los Llevó a todos, Así Serà también la venida del Hijo del Hombre.
 40 En aquel entonces Estaràn dos en el campo; el uno Serà tomado, y el otro Serà dejado.
 41 Dos mujeres Estaràn moliendo en un molino; la una Serà tomada, y la otra dejada.
 42 Velad, pues, porque no sabéis en qué Día viene vuestro Señor.
 43 Pero sabed esto: Si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora Habría de venir el Ladrón, Habría velado y no Habría dejado que forzaran la entrada a su casa.
 44 Por tanto, estad preparados también vosotros, porque a la hora que no Pensàis, Vendrà el Hijo del Hombre.
 45 ¿Quién, pues, es el siervo fiel y prudente, a quien su señor le puso sobre los criados de su casa, para que les diera alimentos a su debido tiempo?
 46 Bienaventurado Serà aquel siervo a quien, cuando su señor venga, le encuentre haciéndolo Así.
 47 De cierto os digo que le Pondrà sobre todos sus bienes.
 48 Pero si aquel siervo malvado dice en su Corazón: "Mi señor tarda";
 49 y si comienza a golpear a sus consiervos, y si come y bebe con los borrachos,
 50 el señor de aquel siervo Vendrà en el Día que no espera y a la hora que no sabe,
 51 y le Castigarà duramente y le Asignarà lugar con los Hipócritas. Allí Habrà llanto y crujir de dientes.

 Matthew  25

 1 Entonces, el reino de los cielos Serà semejante a diez Vírgenes que tomaron sus Làmparas y salieron a recibir al novio.
 2 Cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes.
 3 Cuando las insensatas tomaron sus Làmparas, no tomaron consigo aceite;
 4 pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus Làmparas.
 5 Y como tardaba el novio, todas cabecearon y se quedaron dormidas.
 6 A la media noche se Oyó gritar: "¡He Aquí el novio! ¡Salid a recibirle!"
 7 Entonces, todas aquellas Vírgenes se levantaron y alistaron sus Làmparas.
 8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras Làmparas se apagan."
 9 Pero las prudentes respondieron diciendo: "No, no sea que nos falte a nosotras y a vosotras; id, Màs bien, a los vendedores y comprad para vosotras mismas."
 10 Mientras ellas iban para comprar, Llegó el novio; y las preparadas entraron con él a la boda, y se Cerró la puerta.
 11 Después vinieron también las otras Vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, àbrenos!"
 12 Pero él respondiendo dijo: "De cierto os digo que no os conozco."
 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el Día ni la hora.
 14 Porque el reino de los cielos Serà semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, Llamó a sus siervos y les Entregó sus bienes.
 15 A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.
 16 Inmediatamente, el que Había recibido cinco talentos se fue, Negoció con ellos y Ganó otros cinco talentos.
 17 De la misma manera, el que Había recibido dos Ganó también otros dos.
 18 Pero el que Había recibido uno fue y Cavó en la tierra, y Escondió el dinero de su señor.
 19 Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y Arregló cuentas con ellos.
 20 Cuando se Presentó el que Había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: "Señor, me entregaste cinco talentos; he Aquí he ganado otros cinco talentos."
 21 Su señor le dijo: "Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor."
 22 Y cuando se Presentó el que Había recibido dos talentos, dijo: "Señor, me entregaste dos talentos; he Aquí he ganado otros dos talentos."
 23 Su señor le dijo: "Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor."
 24 Pero cuando se Presentó el que Había recibido un talento, dijo: "Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.
 25 Y como tuve miedo, fui y Escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo."
 26 Su señor Respondió y le dijo: "¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no Esparcí?
 27 Por lo tanto, Debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, Habría recibido lo que es Mío con los intereses.
 28 Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos.
 29 Porque a todo el que tiene le Serà dado, y Tendrà en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le Serà quitado.
 30 Al siervo Inútil echadlo en las tinieblas de afuera." Allí Habrà llanto y crujir de dientes.
 31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los àngeles con él, entonces se Sentarà sobre el trono de su gloria;
 32 y todas las naciones Seràn reunidas delante de él. El Separarà los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos;
 33 y Pondrà las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
 34 Entonces el Rey Dirà a los de su derecha: "¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la Fundación del mundo.
 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis;
 36 estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la Càrcel, y vinisteis a Mí."
 37 Entonces los justos le Responderàn diciendo: "Señor, ¿Cuàndo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber?
 38 ¿Cuàndo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos?
 39 ¿Cuàndo te vimos enfermo, o en la Càrcel, y fuimos a ti?"
 40 Y respondiendo el Rey les Dirà: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos Màs pequeños, a Mí me lo hicisteis."
 41 Entonces Dirà también a los de su izquierda: "Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus àngeles.
 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
 43 fui forastero, y no me recibisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la Càrcel, y no me visitasteis."
 44 Entonces le Responderàn: "Señor, ¿Cuàndo te vimos hambriento, o sediento, o forastero, o desnudo, o enfermo, o en la Càrcel, y no te servimos?"
 45 Entonces les Responderà diciendo: "De cierto os digo, que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos Màs pequeños, tampoco lo hicisteis a Mí."
 46 Entonces Iràn éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.

 Matthew  26

 1 Aconteció que, cuando Jesús Terminó todas estas palabras, dijo a sus Discípulos:
 2 "Sabéis que después de dos Días se celebra la Pascua, y el Hijo del Hombre va a ser entregado para ser crucificado."
 3 Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifàs,
 4 y consultaron entre Sí para prender a Jesús por engaño y matarle.
 5 Pero Decían: "No lo hagamos en la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo."
 6 Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,
 7 vino a él una mujer trayendo un frasco de alabastro con perfume de gran precio, y lo Derramó sobre la cabeza de Jesús mientras estaba sentado a la mesa.
 8 Al verlo, sus Discípulos se indignaron y dijeron: --¿Para qué este desperdicio?
 9 Porque esto Podría haberse vendido a un gran precio y haberse dado a los pobres.
 10 Como Jesús se dio cuenta, les dijo: --¿Por qué Molestàis a la mujer? Pues ha hecho una buena obra conmigo.
 11 Porque siempre tenéis a los pobres con vosotros, pero a Mí no siempre me tenéis.
 12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella lo hizo para prepararme para la sepultura.
 13 De cierto os digo que dondequiera que este evangelio sea predicado en todo el mundo, también Serà contado lo que esta mujer ha hecho, para memoria de ella.
 14 Entonces, uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes
 15 y les dijo: --¿Qué me queréis dar? Y yo os lo entregaré. Ellos le asignaron treinta piezas de plata;
 16 y desde entonces él buscaba la oportunidad para entregarle.
 17 El primer Día de la fiesta de los panes sin levadura, los Discípulos se acercaron a Jesús diciendo: --¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua?
 18 El dijo: --Id a la ciudad, a cierto hombre, y decidle: "El Maestro dice: 'Mi tiempo Està cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis Discípulos.'"
 19 Los Discípulos hicieron como Jesús les Mandó y prepararon la Pascua.
 20 Al atardecer, él estaba sentado a la mesa con los doce,
 21 y mientras Comían, dijo: --De cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar.
 22 Entristecidos en gran manera, comenzaron a preguntarle, uno por uno: --¿Acaso seré yo, Señor?
 23 Entonces respondiendo él dijo: --El que mete la mano conmigo en el plato, éste me Entregarà.
 24 A la verdad, el Hijo del Hombre va, tal como Està escrito de él. Pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado el Hijo del Hombre! Bueno le fuera a aquel hombre no haber nacido.
 25 Y respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: --¿Acaso seré yo, Maestro? Le dijo: --Tú lo has dicho.
 26 Mientras ellos Comían, Jesús Tomó pan y lo bendijo; lo Partió y lo dio a sus Discípulos, y dijo: --Tomad; comed. Esto es mi cuerpo.
 27 Tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: --Bebed de ella todos;
 28 porque esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada para el Perdón de pecados para muchos.
 29 Pero os digo que desde ahora no beberé Màs de este fruto de la vid, hasta aquel Día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
 30 Y después de cantar un himno, salieron al monte de los Olivos.
 31 Entonces Jesús les dijo: --Todos vosotros os escandalizaréis de Mí esta noche, porque Està escrito: Heriré al Pastor, y las ovejas del rebaño Seràn dispersadas.
 32 Pero después de haber resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
 33 Respondiéndole Pedro dijo: --Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
 34 Jesús le dijo: --De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, Tú me Negaràs tres veces.
 35 Pedro le dijo: --Aunque me sea necesario morir contigo, Jamàs te negaré. Y todos los Discípulos dijeron lo mismo.
 36 Entonces Llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a los Discípulos: --Sentaos Aquí, hasta que yo vaya Allà y ore.
 37 Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y Comenzó a entristecerse y a angustiarse.
 38 Entonces les dijo: --Mi alma Està muy triste, hasta la muerte. Quedaos Aquí y velad conmigo.
 39 Pasando un poco Màs adelante, se Postró sobre su rostro, orando y diciendo: --Padre Mío, de ser posible, pase de Mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como Tú.
 40 Volvió a sus Discípulos y los Halló durmiendo, y dijo a Pedro: --¿Así que no habéis podido velar ni una sola hora conmigo?
 41 Velad y orad, para que no entréis en Tentación. El Espíritu, a la verdad, Està dispuesto; pero la carne es débil.
 42 Por segunda vez se Apartó y Oró diciendo: --Padre Mío, si no puede pasar de Mí esta copa sin que yo la beba, Hàgase tu voluntad.
 43 Cuando Volvió otra vez, los Halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
 44 Dejàndolos, se Apartó de nuevo y Oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
 45 Entonces Volvió a sus Discípulos y les dijo: --¿Todavía Estàis durmiendo y descansando? He Aquí la hora Està cerca, y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores.
 46 ¡Levantaos, vamos! He Aquí Està cerca el que me entrega.
 47 Mientras él Aún hablaba, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
 48 El que le entregaba les Había dado señal diciendo: "Al que yo bese, ése es. Prendedle."
 49 De inmediato se Acercó a Jesús y dijo: --¡Te saludo, Rabí! Y le Besó.
 50 Pero Jesús le dijo: --Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
 51 Y he Aquí uno de los que estaban con Jesús Extendió su mano, Sacó su espada, y golpeando a un siervo del sumo sacerdote le Cortó la oreja.
 52 Entonces Jesús le dijo: --Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman espada, a espada Pereceràn.
 53 ¿O piensas que no puedo invocar a mi Padre y que él no me Daría ahora mismo Màs de doce legiones de àngeles?
 54 Entonces, ¿Cómo se Cumplirían las Escrituras de que es necesario que suceda de esta manera?
 55 En ese momento Jesús dijo a la multitud: --¿Como contra un asaltante habéis salido con espadas y palos para prenderme? Cada Día me sentaba enseñando en el templo, y no me prendisteis.
 56 Pero todo esto ha ocurrido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los Discípulos le abandonaron y huyeron.
 57 Los que Habían prendido a Jesús le llevaron ante Caifàs, el sumo sacerdote, donde los escribas y los ancianos se Habían reunido.
 58 Y Pedro le Seguía de lejos hasta el patio de la casa del sumo sacerdote. Habiéndose metido adentro, estaba sentado con los guardias para ver Cómo terminaba aquello.
 59 Los principales sacerdotes, los ancianos y todo el Sanedrín buscaban falso testimonio contra Jesús, para que le entregaran a muerte.
 60 Pero no lo hallaron, a pesar de que se presentaron muchos testigos falsos. Por fin se presentaron dos,
 61 y dijeron: --Este dijo: "Puedo derribar el templo de Dios y edificarlo en tres Días."
 62 Se Levantó el sumo sacerdote y le dijo: --¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?
 63 Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: --¡Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios!
 64 Jesús le dijo: --Tú lo has dicho. Ademàs os digo: De Aquí en adelante veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder, y viniendo en las nubes del cielo.
 65 Entonces el sumo sacerdote Rasgó su vestidura diciendo: --¡Ha blasfemado! ¿Qué Màs necesidad tenemos de testigos? He Aquí, ahora mismo, vosotros habéis Oído la blasfemia.
 66 ¿Qué os parece? Y ellos respondiendo dijeron: --¡Es reo de muerte!
 67 Entonces le escupieron en la cara y le dieron de puñetazos, y otros le dieron bofetadas,
 68 diciendo: --¡Profetízanos, Cristo! ¿Quién es el que te Golpeó?
 69 Pedro estaba sentado afuera en el patio, y se le Acercó una criada diciendo: --¡Tú también estabas con Jesús el galileo!
 70 Pero él Negó delante de todos diciendo: --No sé lo que dices.
 71 Pero cuando él Salió a la puerta, otra criada le vio y dijo a los que estaban Allí: --Este estaba con Jesús de Nazaret.
 72 Y otra vez Negó con juramento: --Yo no conozco al hombre.
 73 Y poco después se acercaron los que estaban por Allí y dijeron a Pedro: --Verdaderamente, Tú también eres de ellos, porque aun tu modo de hablar te descubre.
 74 Entonces Comenzó a maldecir y a jurar: --¡No conozco al hombre! En seguida Cantó el gallo,
 75 y Pedro se Acordó de las palabras de Jesús que Había dicho: "Antes que cante el gallo, Tú me Negaràs tres veces." Y saliendo fuera, Lloró amargamente.

 Matthew  27

 1 Al amanecer, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron consejo contra Jesús para entregarle a muerte.
 2 Y después de atarlo, le llevaron y le entregaron al procurador Pilato.
 3 Entonces Judas, el que le Había entregado, al ver que era condenado, Sintió remordimiento y Devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
 4 diciendo: --Yo he pecado entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: --¿Qué nos importa a nosotros? ¡Es asunto tuyo!
 5 Entonces él, arrojando las piezas de plata dentro del santuario, se Apartó, se fue y se Ahorcó.
 6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: --No es Lícito ponerlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
 7 Y habiendo tomado acuerdo, compraron con ellas el campo del Alfarero, para sepultura de los extranjeros.
 8 Por eso aquel campo se llama Campo de Sangre, hasta el Día de hoy.
 9 Entonces se Cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, Según el precio fijado por los hijos de Israel;
 10 y las dieron para el campo del Alfarero, como me Ordenó el Señor.
 11 Jesús estuvo de pie en presencia del procurador, y el procurador le Preguntó diciendo: --¿Eres Tú el rey de los Judíos? Jesús le dijo: --Tú lo dices.
 12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, no Respondió nada.
 13 Entonces Pilato le dijo: --¿No oyes Cuàntas cosas testifican contra ti?
 14 El no le Respondió ni una palabra, de manera que el procurador se maravillaba mucho.
 15 En la fiesta, el procurador acostumbraba soltar al pueblo un preso, el que quisieran.
 16 Tenían en aquel entonces un preso famoso que se llamaba Barrabàs.
 17 Estando ellos reunidos, Pilato les dijo: --¿A Cuàl queréis que os suelte? ¿A Barrabàs o a Jesús, llamado el Cristo?
 18 Porque Sabía que por envidia le Habían entregado.
 19 Mientras él estaba sentado en el tribunal, su esposa le Mandó a decir: "No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido muchas cosas en sueños por causa de él."
 20 Entonces los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a las multitudes que pidieran a Barrabàs y que dieran muerte a Jesús.
 21 Y respondiendo el procurador les dijo: --¿A Cuàl de los dos queréis que os suelte? Ellos dijeron: --¡A Barrabàs!
 22 Pilato les dijo: --¿Qué, pues, haré con Jesús, llamado el Cristo? Todos dijeron: --¡Sea crucificado!
 23 Y el procurador les dijo: --Pues, ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aun Màs fuerte diciendo: --¡Sea crucificado!
 24 Y cuando Pilato se dio cuenta de que no se lograba nada, sino que Sólo se Hacía Màs alboroto, Tomó agua y se Lavó las manos delante de la multitud, diciendo: --¡Yo soy inocente de la sangre de éste! ¡Serà asunto vuestro!
 25 Respondió todo el pueblo y dijo: --¡Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
 26 Entonces les Soltó a Barrabàs; y después de haber azotado a Jesús, le Entregó para que fuese crucificado.
 27 Entonces los soldados del procurador llevaron a Jesús al Pretorio y reunieron a toda la Compañía alrededor de él.
 28 Después de desnudarle, le echaron encima un manto de escarlata.
 29 Habiendo entretejido una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha pusieron una caña. Se arrodillaron delante de él y se burlaron de él, diciendo: --¡Viva, rey de los Judíos!
 30 Y escupiendo en él, tomaron la caña y le golpeaban la cabeza.
 31 Y cuando se Habían burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus propios vestidos y le llevaron para crucificarle.
 32 Mientras Salían, hallaron a un hombre de Cirene llamado Simón. A éste le obligaron a cargar la cruz de Jesús.
 33 Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgota, que significa lugar de la Calavera,
 34 le dieron a beber vino mezclado con ajenjo; pero cuando lo Probó, no lo quiso beber.
 35 Después de crucificarle, repartieron sus vestidos, echando suertes.
 36 Y sentados, le guardaban Allí.
 37 Pusieron sobre su cabeza su Acusación escrita: ESTE ES JESUS, EL REY DE LOS JUDIOS.
 38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.
 39 Los que pasaban le insultaban, meneando sus cabezas
 40 y diciendo: --Tú que derribas el templo y en tres Días lo edificas, ¡Sàlvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y desciende de la cruz!
 41 De igual manera, aun los principales sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él, y Decían:
 42 --A otros Salvó; a Sí mismo no se puede salvar. ¿Es rey de Israel? ¡Que descienda ahora de la cruz, y creeremos en él!
 43 Ha confiado en Dios. Que lo libre ahora si le quiere, porque dijo: "Soy Hijo de Dios."
 44 También los ladrones que estaban crucificados con él le injuriaban de la misma manera.
 45 Desde la sexta hora Descendió oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena.
 46 Como a la hora novena Jesús Exclamó a gran voz diciendo: --¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani? --que significa: Dios Mío, Dios Mío, ¿por qué me has desamparado?--
 47 Cuando algunos de los que estaban Allí le oyeron, Decían: --Este hombre llama a Elías.
 48 Y de inmediato uno de ellos Corrió, Tomó una esponja, la Llenó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber.
 49 Pero otros Decían: --Deja, veamos si viene Elías a salvarlo.
 50 Pero Jesús Clamó otra vez a gran voz y Entregó el Espíritu.
 51 Y he Aquí, el velo del templo se Rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra Tembló, y las rocas se partieron.
 52 Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de hombres santos que Habían muerto se levantaron;
 53 y salidos de los sepulcros después de la Resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.
 54 Y cuando el Centurión y los que con él guardaban a Jesús vieron el terremoto y las cosas que Habían sucedido, temieron en gran manera y dijeron: --¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios!
 55 Estaban Allí muchas mujeres mirando desde lejos. Ellas Habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole.
 56 Entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
 57 Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea llamado José, quien también Había sido Discípulo de Jesús.
 58 Este se Presentó a Pilato y Pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato Mandó que se le diese.
 59 José Tomó el cuerpo, lo Envolvió en una Sàbana limpia
 60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que Había labrado en la peña. Luego hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue.
 61 Estaban Allí María Magdalena y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
 62 Al Día siguiente, esto es, después de la Preparación, los principales sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato,
 63 diciendo: --Señor, nos acordamos que mientras Aún Vivía, aquel engañador dijo: "Después de tres Días resucitaré."
 64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer Día, no sea que sus Discípulos vengan y roben el Cadàver, y digan al pueblo: "Ha resucitado de los muertos." Y el último fraude Serà peor que el primero.
 65 Pilato les dijo: --Tenéis tropas de guardia. Id y aseguradlo como sabéis hacerlo.
 66 Ellos fueron, y habiendo sellado la piedra, aseguraron el sepulcro con la guardia.


Matthew  28

 1 Después del Sàbado, al amanecer del primer Día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María para ver el sepulcro.
 2 Y he Aquí, hubo un gran terremoto; porque el àngel del Señor Descendió del cielo, y al llegar Removió la piedra y se Sentó sobre ella.
 3 Su aspecto era como un Relàmpago, y su vestidura era blanca como la nieve.
 4 Los guardias temblaron por miedo de él y quedaron como muertos.
 5 Y respondiendo el àngel dijo a las mujeres: --No Temàis vosotras, porque sé que Buscàis a Jesús, quien fue crucificado.
 6 No Està Aquí, porque ha resucitado, Así como dijo. Venid, ved el lugar donde estaba puesto.
 7 E id de prisa y decid a sus Discípulos que ha resucitado de entre los muertos. He Aquí va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. He Aquí os lo he dicho.
 8 Entonces ellas salieron a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, y corrieron a dar las nuevas a sus Discípulos.
 9 Y he Aquí, Jesús les Salió al encuentro, diciendo: --¡Os saludo! Y Acercàndose ellas, abrazaron sus pies y le adoraron.
 10 Entonces Jesús les dijo: --No Temàis. Id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea. Allí me Veràn.
 11 Entre tanto que ellas iban, he Aquí algunos de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que Habían acontecido.
 12 Ellos se reunieron en consejo con los ancianos, y tomando mucho dinero se lo dieron a los soldados,
 13 diciendo: "Decid: 'Sus Discípulos vinieron de noche y lo robaron mientras nosotros Dormíamos.'
 14 Y si esto llega a Oídos del procurador, nosotros le persuadiremos y os evitaremos problemas."
 15 Ellos tomaron el dinero e hicieron como Habían sido instruidos. Y este dicho se ha divulgado entre los Judíos hasta el Día de hoy.
 16 Pero los once Discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les Había mandado.
 17 Cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaron.
 18 Jesús se Acercó a ellos y les Habló diciendo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
 19 Por tanto, id y haced Discípulos a todas las naciones, Bautizàndoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
 20 y Enseñàndoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he Aquí, yo estoy con vosotros todos los Días, hasta el fin del mundo."

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